Sevilla FC

Lopetegui, tangibles e intangibles de una renovación bien ganada

Lopetegui llora abrazado a su cuerpo técnico tras el gran triunfo de Colonia.

Lopetegui llora abrazado a su cuerpo técnico tras el gran triunfo de Colonia. / Friedemann Vogel / EFE

Sólo el devenir de los acontecimientos dirá si Julen Lopetegui será entrenador del Sevilla hasta 2024. El fútbol tiene tantísimos condicionantes y factores exógenos y endógenos, vive tan al hilo de la actualidad de los resultados y los vaivenes deportivos, y hasta extradeportivos, como se demostró en 2020, que ni el mejor augur podría confirmar tal extremo. Pero la intención de las partes, el Sevilla por un lado y el entrenador por otro, quedó clarísima con el anuncio por parte del club de la renovación del contrato por dos temporadas más.

Llega esa entente preñada de buenas intenciones y una sintonía absoluta, en plena temporada y cuando ni siquiera se ha alcanzado el ecuador de la presente campaña. Se puede decir, eso sí, que llega en el ecuador de su vigente contrato, que fue firmado en la primavera de 2019, contra viento y marea, y que expiraba en 2022. Con año y medio por delante, el Sevilla y Lopetegui han querido dar el paso de poner por escrito ese vínculo que trasciende la pura relación contractual.

Curiosamente, en estos momentos el Sevilla ni siquiera está dentro del objetivo marcado en la Liga: el equipo de Lopetegui, aún con dos partidos por disputar, eso sí, es sexto, igualado a puntos con el quinto, la Real Sociedad, que lleva tres encuentros más disputados, y a dos puntos del cuarto, el Villarreal, que acumula dos citas ligueras más.

Este martes, el equipo de Lopetegui jugará uno de sus partidos aplazados, una prueba de altísimo nivel ante el líder del campeonato, en el Wanda Metropolitano. Y el anuncio de la renovación antes de jugarse ese partido, que correspondía a la primera jornada, viene a ser como un respaldo al técnico, un plus para que acuda a Madrid investido como entrenador del Sevilla con los más altos honores y sin una sombra de duda sobre su capacidad.

En la nota que hizo pública el Sevilla en la sobremesa de ayer, domingo, se destacaban varios aspectos estadísticos: Lopetegui, con su triunfo sobre la Real Sociedad, logró los 100 puntos en la Liga desde que es técnico del Sevilla. Además, destaca que con 79 partidos al frente del equipo, presenta el mejor porcentaje de triunfos en la historia del Sevilla (58,2%) y un porcentaje de imbatibilidad del 82,27%. A ellos habría que añadir el récord de victorias a domicilio, que estableció en seis antes de empatar en el campo del Betis.

"Sus éxitos lo han convertido en historia viva de Nervión. Conquista de la UEFA Europa League, clasificación para la Champions, clasificación para octavos de Champions en apenas año y medio", resalta en su web oficial el Sevilla.

Pero en el club, al que tuvo que convencer Monchi por su inesperada apuesta en Lopetegui en la primavera de 2019, incluso abriendo su sólido paraguas ante el aluvión de dudas y críticas por decantarse por el ex seleccionador nacional tras su affaire con el Real Madrid, también se valoran otras cuestiones. La forma en la que Lopetegui gestionó la plantilla durante el confinamiento fue ejemplar. Puso a disposición de la plantilla a un psicólogo, Juan Carlos Álvarez Campillo, para mantener en los jugadores la llama de la motivación en aquellos momentos de incertidumbre, en los que no se sabía si se volvería a competir.

Con Monchi, ideó todo un programa de comunicaciones internas y seguimiento de la preparación de los futbolistas en sus domicilios, poniendo en común a todo el cuerpo técnico, los preparadores físicos, nutricionistas, fisioterapeutas... El resultado no pudo ser mejor: el Sevilla salió del confinamiento como un tiro, conquistó la cuarta plaza igualando a puntos con el Atlético y levantó la Europa League ante equipos con presupuestos mucho mayores. Durante ese periodo, también elevó su voz a nivel nacional para reclamar la máxima atención y cuidados a los futbolistas en tan complicado contexto.

Lopetegui, en este año y medio, al margen de los resultados y de un juego que ha tenido también sus críticas, se ha erigido como un gran gestor de grupo. Ahí es donde Monchi y su departamento de fútbol han visto al hombre ideal para que siga al timón de la nave. Si nada se tuerce... hasta 2024.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios