Era una información demasiado optimista la que llegó desde Dinamarca asegurando que ya había acuerdo entre el Sevilla y el Borussia Dortmund para el traspaso de Thomas Delaney. Por mucho que el mediocampista cumpla 30 años en septiembre y esté ante su última año de contrato en Westfalenstadion, pensar que Monchi lo podría pescar por unos 4,5 millones de euros, cifra que airearon algunas fuentes, era casi quimérico. Sobre todo teniendo en cuenta la calidad del futbolista, su experiencia y el club propietario de su ficha. El Sevilla tampoco regalaría por ese precio a un jugador así.

Así las cosas, el realismo vuelve a instalarse en el entorno de un Sevilla que ahora debe aprestarse a limar la gran diferencia de partida entre lo que ofreció por Delaney y lo que pretende sacar el Borussia por un futbolista que, es cierto, en enero podría ejercer como agente libre para fichar por cualquier club. La distancia en estos momentos estaría en cinco millones de euros, nada más y nada menos. Pide 10 millones de euros.

Además de subir algo el fijo, el Sevilla debe tirar de los bonus por rendimiento para que Delaney termine en Nervión, como todo hace indicar dado el avance de las negociaciones con el jugador, su intención y su situación en Dortmund. Las declaraciones de su entrenador, Marco Rose, parecen mirar por los intereses del club que le paga. "Es futbolista del Dortmund y no se me ha informado (del posible traspaso)", dijo tras el partido de la Bundesliga el técnico de los borussers.

Sin embargo la realidad es la que es y en la Supercopa de Alemania, que jugó y perdió el miércoles ante el Bayern Múnich, no jugó ni un minuto Delaney. Así que llega la hora de esperar a que la negociación lime esa diferencia.