El próximo lunes, 1 de enero de 2024, se abre el mercado de transferencias de invierno y con él el gran reto de Víctor Orta, quizá el más difícil desde que llegó en junio para sustituir a Monchi y eso que la empresa en sí misma ya era complicadísima: darle gol al Sevilla. El director deportivo ya comunicó a Isaac Romero que a partir de enero formará parte de la primera plantilla, como una solución de urgencia y una vez que alguna salida le deje hueco entre las 25 fichas inscribibles en LaLiga. Fernando dejará un hueco importante.

Pero también debe acudir al mercado, y ahí es donde el desbarajuste económico del Sevilla, que ya tuvo problemas de límite salarial en verano, se agrava tras la eliminación de Europa: la situación ha empeorado.

El problema de la delantera es algo que viene arrastrado de años anteriores y que los distintos entrenadores, principalmente Julen Lopetegui pero también José Luis Mendilibar en su exitoso y breve periodo como técnico, paliaron repartiendo la tarea goleadora. El Sevilla siempre ha destacado por su capacidad de marcar a balón parado, por ejemplo, y ahí la aportación de defensas y medios es importante. Y también ha tenido buenos lanzadores de media distancia que han marcado goles clave: Rakitic, Gudelj, Suso, Lamela... Pero el problema está ahí, es algo estructural en Nervión. Y además, ahora es algo coyuntural con la citación de En-Nesyri para la Copa de África.

El delantero marroquí es el máximo goleador de un Sevilla que golea muy poco. Entre todas las competiciones, En-Nesyri suma 9 goles y encabeza la lista de los que han marcado entre todas las competiciones muy por delante de Sergio Ramos (4, en las tres competiciones), Gudelj y Ocampos (3), Rafa Mir y Pedrosa (2).

Las cifras se hacen más llamativas si se miran sólo en la Liga, donde el Sevilla tiene la verdadera necesidad de tomar oxígeno y no sólo alejarse del peligro sino intentar al menos colocarse entre los que luchen por la tercera competición europea, la Conference League. He ahí el drama del Sevilla, que necesita como el agua el gol y las cifras son raquíticas. Salvo los cinco goles de En-Nesyri, que estará fuera entre tres o seis semanas según progrese Marruecos en el torneo, han marcado dos goles Rakitic, Ocampos, Kike Salas (a balón parado aporta), Lukébakio (lesionado hasta marzo casi) y Lamela.

Ni siquiera Rafa Mir aparece en la lista de los que han marcado más de un gol en la Liga, en la que no se ha estrenado Mariano, la apuesta de última hora de Víctor Orta, ya pasado el plazo estival, como una oportunidad por su bajísimo coste y su potencial. Un potencial que hasta ahora no ha mostrado entre lesiones y fugaces apariciones en la competición.

Rafa Mir, en el banquillo del Metropolitano, durante el último partido del Sevilla.

En-Nesyri viene siendo el principal garante del gol en el Sevilla. En la 20-21 hizo 24 tantos, 18 en Liga y seis en Champions, un hito en el último lustro. Rafa Mir alcanzó los 13 goles en la 21-22, cuando En-Nesyri tuvo largos periodos de ausencia entre su lesión y su participación en la Copa de África. Y el marroquí llegó a 18 la pasada temporada, cuando marcó en todas las competiciones, e hizo 8 en la Liga.

Pero el murciano ha perdido completamente la confianza después de que tuviera un pie y medio fuera en verano, cuando estuvo a punto de ir cedido con opción de compra al Valencia. Una operación que paró finalmente Orta, porque no estaba muy convencido de las condiciones económicas y porque entendía, cuando el club che dio el paso adelante de hacerse cargo de su ficha, que ya no había margen para buscar un relevo en año de Copa de África. Pero ni con Mendilibar, ni sobre todo con Diego Alonso, que llegó a hacerle un feísimo desplante en Mallorca, Rafa Mir ha tenido confianza y ya ni él mismo cree en que pueda triunfar en el Sevilla.

Así las cosas, Víctor Orta tendrá que, además de promocionar a Isaac Romero (11 goles y 4 asistencias, máximo artillero de Segunda RFEF), buscar un delantero tirando de creatividad. Porque no se prevé ninguna gran venta ahora y las arcas tienen telarañas.