Agoumé-Mendy: el dúo que afianza al Sevilla de Almeyda
Matías Almeyda ha logrado estructurar a su equipo pese a que no vio cumplida su petición de otro centrocampista gracias al alto rendimiento de los dos medios franceses
El reverso incierto de la fertilidad goleadora del Sevilla
Pape Gueye, Soumaré, Lokonga, el propio Agoumé... La dirección deportiva del Sevilla, desde la etapa de Monchi, ha venido fichando centrocampistas casi siempre cedidos que no terminaban de cuajar. La crisis del Sevilla podría remontarse precisamente a la lesión de tobillo que tuvo de baja a Fernando cuatro meses desde febrero de 2022, en el declive ya del Sevilla de Lopetegui. Sin relevo plausible, y eso que el formidable centrocampista venía pidiéndolo desde antes de aquella lesión que marcó su decadencia –y de paso la del club–, hasta que Matías Almeyda no ha logrado acoplar a un futbolista que ya estaba como Agoumé con un recién llegado como Mendy no ha habido solución.
Los dos franceses se han confirmado en las primeras ocho jornadas como la pareja que sostiene con su complementariedad la estructura del equipo. Y eso que ninguno de los dos parece responder al rol de medio de cierre, de 6, que cumplimentó tan perfectamente Fernando marcando una época de gloria que tuvo su último estertor en el milagro de Budapest obrado ya por José Luis Mendilibar. Pero sin ser medios de cierre puros, Mendy y Agoumé dotan al equipo de Almeyda de la elasticidad y la prestancia necesarias para el sistema de presión y juego al espacio que hasta ahora está dando frutos.
La compenetración de ambos en dos roles claves está siendo fundamental para el juego del equipo, ya sea en el 4-3-3 del triunfo contra el Barcelona, en el que estuvieron escoltados por delante por Sow, o en el 5-2-3 del triunfo en Mendizorroza, con ellos dos como únicos centrocampistas puros.
Agoumé fue una apuesta de Víctor Orta, que instó al club a pagar por él 4 millones de euros por el 50% del pase en el verano de 2024 y este mismo verano, ya con Antonio Cordón y fiado a la proyección del joven de 23 años, pagó otros 4 millones por otro 40% del pase, del que el Inter conserva un 10%. Y Batista Mendy fue una apuesta de Cordón, que lo trajo cedido del Trabzonspor con una opción de compra de 7 millones. La conformación exitosa, por el momento, de este dúo es un ejemplo más del logro de este Sevilla de retales que está construyendo Almeyda, una especie de arquitecto que ha seguido la tradición de edificar con materiales de aprovechamiento, si se permite esta alegoría.
El propio Almeyda tuvo que conformarse sin que el club pudiera satisfacerle su petición de otro centrocampista, porque sabía que ahí podría estar la piedra angular del Sevilla que se dispuso a levantar. El caso de Amrabat, a cuyas condiciones económicas no podía llegar el Sevilla por sus problemas con el límite salarial, es la mejor prueba de que Cordón quería dotar de más cimientos en la medular al argentino. Pero éste se ha sabido adaptar a las circunstancias aprovechando las magníficas prestaciones que están dando un recién llegado, Mendy, y un jugador que sólo había dado algunos atisbos de su capacidad, Agoumé.
Más fibroso y todoterreno Mendy, un futbolista que sabe jugar muy bien con el cuerpo y que tiene la virtud de perder muy pocos balones, y más técnico y con visión de juego Agoumé, sin menoscabo de su capacidad de robo y presión, ambos están siendo la solución de una medular que venía teniendo muchos problemas. El juego coral y la calidad para la organización ofensiva de Alexis están haciendo el resto. Y ahora, con Agoumé apercibido de sanción, queda la duda de cómo solucionará Almeyda la baja de alguno de los dos miembros de su dúo clave.
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