La ventana
Luis Carlos Peris
El Rey, en su rol de oasis
Nombres propios
Nueva decepción para todos los sevillistas, impotentes ante la multitud de carencias que muestra el equipo que le han dado a Matías Almeyda. Este Sevilla, a día de hoy, empeora aún más al de la temporada anterior. Eso, al menos, transmitió en el desastroso partido que perpetró contra el Getafe.
Un portero, si juega al fútbol en la élite, está para parar balones, no para alegar a que eran situaciones imposibles y más aún dice en su contra si ésta no parecía tener complicaciones. Un disparo desde fuera del área y que parece que no toca en nadie provocó que hiciera la estatua y todo fue más complicado desde ese momento.
Almeyda lo volvió a situar como lateral en la derecha para que José Ángel fuera a la izquierda y Juanlu fue el más acertado de los suyos. Su rostro reflejaba que le dolía lo que estaba pasando y por ello fue el único capaz de tirar hacia arriba. Fabricó el empate con un excelente centro.
Empezó con efervescencia provocándole problemas al joven lateral Davinchi, pero tras el gol del Getafe se fue apagando hasta aportar muy poco en el ataque de los sevillistas. Acaba incluso con una posible lesión, otra más, jugando cojeando, pero tampoco rozó el famoso gol del cojo.
Segunda jornada y segundo gol anulado al delantero nigeriano por su contumacia en jugar en fuera de juego. Ambos tantos fueron claros, aunque ayer hubiera alguna duda por el pie atrasado del defensa. El problema es que vive en orsay y encima está peleado con el balón en los controles.
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