El CTA no incluyó ninguna polémica del Madrid-Sevilla en su 'Tiempo de revisión'
A Almeyda sólo le cayó un partido de sanción ya que no insultó ni menospreció al árbitro y sólo es castigado por la doble amarilla
Marcao, su estigmatización y el precedente de la dura sanción a Rüdiger
En el partido Real Madrid-Sevilla antes del parón navideño hubo varias jugadas polémicas que enervaron a los sevillistas. Precisamente lo que reclamaba Marcao a Muñiz Ruiz fue un pisotón que recibió en el tendón de Aquiles de Rodrygo, que ya tenía amarilla. “Esto es amarilla y aquello no”, le dijo más o menos mientras se encaraba con él. Luego siguió encarándose con él tras ser expulsado por una segunda entrada temeraria a Bellingham tras la primera durísima a Rodrygo. Y el resultado fue la sanción de seis partidos por insultarlo entre otras cosas.
Esto no fue recogido por la revisión del Comité Técnico de Árbitros en su programa con espíritu pedagógico Tiempo de revisión. En el vídeo explicativo de los árbitros se explica por qué el VAR no entró en el muy polémico penalti del Levante-Real Sociedad (1-1) en el alargue sobre Carlos Álvarez. Y cómo actuaron bien árbitro y VAR en dos acciones en el área del Betis ante el Getafe, uno que no fue sancionado y otro que sí.
Eran acciones menos polémicas, sobre todo las del Betis-Getafe, que alguna que hubo en el Real Madrid-Sevilla. Por ejemplo, el pisotón que reclamaba Marcao en su tendón de Aquiles que habría supuesto la segunda amarilla a Rodrygo. O la jugada en la que Juanlu cayó en el área tras un claro contacto de Fran García sobre la raya. Un posible penalti no pitado cuando menos digno de debate.
Pero ni estas acciones ni los dos penaltis que pitó Muñiz al final a favor del Real Madrid y que el VAR le corrigió fueron incluidos en la revisión del CTA en su vídeo de revisión de jugadas de VAR. Nada.
Almeyda ni insultó ni menospreció
Ese mutis por el foro también es relativo a Matías Almeyda, quien se exponía a una sanción mayor de un partido por sus declaraciones tras el encuentro. En la sala de prensa del Santiago Bernabéu, el técnico argentinoi realizó una larga queja sobre la actitud del árbitro. Fue tras su doble amarilla por “realizar observaciones de forma insistente” a Muñiz Ruiz.
El argentino puso en cuestión cómo se valora en España dirigirse “con respeto” a los árbitros. Y vio agravio en cómo lo trató Muñiz Ruiz. “Ellos tienen micrófonos. Cada partido que jugamos y yo dirijo, los entrenadores reclamamos. Pero el reclamo cuando es con respeto es válido para mí. Este señor dijo que estaba cansado de que yo hablara de respeto. Me gustaría que escuchen los audios, porque si no es fácil echar gente”. Se podía temer alguna revancha en forma de sanción, pero no hubo tal. Le cae el partido preceptivo de sanción por la doble amarilla.
El hecho de que el argentino no menospreciara ni insultara a Muñiz Ruiz es la clave. En el acta, el colegiado gallego justifica la primera amarilla por realizarle observaciones “de forma insistente”. Y la segunda “por realizar observaciones de forma insistente en el túnel de vestuarios, habiendo sido advertido en reiteradas ocasiones”. El argentino habló con respeto. Y por eso sólo le cae un partido. Lo que molesta a Almeyda es que otros técnicos sí pueden dirigirse de forma más desabrida a los árbitros y a él lo expulsaran sólo por pedir explicaciones, como las que pidió en Mestalla a la auxiliar de Cuadra Fernández y a este mismo por una haber visto una amarilla por reclamar una falta sin faltar el respeto de nadie.
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