Final de un derbi de emoción que terminó en tablas gracias a que Rakitic, con un zapatazo, igualó en el minuto 79 el gol de Ayoze en un rechace corto de Dmitrovic (72'). En la segunda parte se equilibraron las fuerzas, aunque el Betis dominó mucho mejor las dos áreas y tuvo llegadas más claras.
La primera parte fue de claro dominio bético. El equipo de Manuel Pellegrini salió mucho más agarrado al partido, mucho mejor puesto en el campo, con una presión adelantada que impidió la salida limpia del de Diego Alonso. A los 42 segundos llegó la primera ocasión verdiblanca, con un centro de Willian José tras un saque de banda junto al córner que cabeceó solo entre Badé y Jesús Navas pero centrado, y blocó Dmitrovic.
Willian José maniobra de espaldas presionado por Gudelj ante Pedrosa.
El Sevilla no puso a prueba al tercer portero del Betis, Fran Vieites, mientras que Dmitrovic le sacó una gran mano a Guido (3') y un pie salvador a Miranda tras un centro interior de Isco (34'). El propio Isco tuvo otras dos ocasiones del Betis, un disparo que bloqueó Willian José (37') y otro disparo, más claro aún en el área, que sacó con el pie Pedrosa (44'). El gol de Bellerín en el minuto 15, tras una falta al área de Isco, estuvo bien anulado por el VAR por fuera de juego de dos jugadores béticos.
Dmitrovic acaba de sacarle milagrosamente con el pie el remate a Miranda (34').
En la segunda mitad, la entrada de Lukébakio dinamizó más el ataque sevillista, pero el Betis siguió contraatacando con peligro, como en un disparo que lamió el poste de Ayoze en el minuto 57. Pero ya era un Sevilla mejor agarrado al partido, con más brío en la presión y en las llegadas. Pedrosa también tuvo un disparo clarísimo que se fue desviado en el minuto 62. Los goles abrieron completamente el partido y swe produjeron llegadas en ambas áreas, aunque la más clara la tuvo En-Nesyri con un cabezazo solo fuera en el 68. Fran Vieites solventó los pocos disparos entre los tres palos, como uno envenenado casi al final de Suso. Al final bronca del respetable a la directiva del Sevilla y alegría mesurada en la hinchada bética, que vfio cómo se le escapó el triunfo cuando parecía en su mano.
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