Un equipo duro con una defensa de mantequilla

Dentro de once días, cuando empiece el fútbol de verdad, a lo mejor se puede decir otra cosa. O puede que no. Dependerá de lo que pueda traer Antonio Cordón, pero a día de hoy la preocupación tras cinco exposiciones ante la afición en los cinco amistosos disputados en lo que llevamos de verano es que la defensa es la línea en la que el Sevilla tiene menos garantías, menos calidad y menos efectivos.

Un dato sintomático que todos los goles encajados en la pretemporada hayan llegado por fallos puntuales de los jugadores de esta línea cuando Matías Almeyda está logrando precisamente –o eso parece– construir un Sevilla duro y con capacidad para competir.

Anda Almeyda revolviéndose incómodo con lo que ve y el sevillismo no para de dar la voz de aviso en redes sociales. Un caso especialmente llamativo se encuentra en el lateral derecho, un puesto en el que hace un año, por estas mismas fechas, la plantilla del Sevilla tenía a cuatro jugadores: Jesús Navas, Gonzalo Montiel, Juanlu Sánchez y José Ángel Carmona. Ahora, el técnico argentino apenas ha podido contar con el internacional sub 21 en la pretemporada y prácticamente le han dicho que se despida de él, mientras que el del Viso pasa por un bajón alarmante de juego que más bien parece tener que ver con falta de concentración y cierta suficiencia en algunas acciones, un defecto con el que siempre cargó.

Almeyda ha tenido que recolocar al canterano Ramón Martínez en el lateral, un movimiento de urgencia que no debe evitar que el Sevilla se mueva en el mercado para buscar un lateral que compita con Carmona y evite que se duerma. Su última acción en el penalti cometido sobre Bonsu Baah en el duelo ante el Al Qadsiah ha encendido definitivamente las alarmas tras otros errores en Marsella y en anteriores amistosos.

Pero es que el Sevilla, con Badé lesionado y –peor aún– con la espada de Damocles de que llegue una oferta que lo convenza, tiene una situación verdaderamente calamitosa un verano más en defensa. Hay que tener claro que Ramón Martínez sólo puede ser un recurso, y menos aún Castrín u Oso por muy buenas maneras que hayan exhibido en pretemporada. Es sólo eso, pretemporada. Al menos en la izquierda el nivel se ha elevado con la llegada de Suazo, aunque ello precisamente puede precipitar que Pedrosa quiera forzar su salida, lo que volvería a dejar el puesto cojo y sólo con el chileno.

Mientras Almeyda parece que va logrando que sus jugadores formen un equipo incómodo y jueguen como bloque y con intensidad, todo lo que gana en dureza y en capacidad para robar del centro del campo hacia delante lo pierde en acciones tontas, inocentes y mal defendidas, como en el origen de los dos goles del Al Qadsiah. Falta de calidad. Cuidado.