¿Quién jugó el martes una semifinal de la Champions y quién estuvo en la Feria?

Villarreal - Sevilla | La crónica

El Sevilla salva un punto de forma agónica en la última jugada gracias a un gol de Koundé después de estar a merced del Villarreal durante todo el partido

Bono salta para pelear el balón que acabaría rematando Koundé para empate a uno.
Bono salta para pelear el balón que acabaría rematando Koundé para empate a uno. / Domenech Castelló | Efe

Nuevo paso hacia la Liga de Campeones de un Sevilla que se salvó en el último suspiro gracias a la astucia de Koundé, en una jugada que contó con la colaboración de Bono en su faceta de atacante. Fue en el minuto 95, justo cuando todo se dirigía hacia una derrota vergonzosa de los sevillistas después de una nueva demostración de impotencia y de nulidad física. Porque el martes 3 de mayo la mayoría de los futbolistas del Villarreal corrían hasta la extenuación detrás de un balón mientras toda la plantilla blanquirroja hacía la digestión en la Feria de la comida de hermandad que había organizado el club en la caseta de una de las peñas de la entidad.

No ha sido una ni dos ni tres, sino muchas más, las ruedas de prensa previas a las citas de su equipo de Julen Lopetegui en las que ha comentado que el rival lleva toda la semana preparando este encuentro mientras los suyos han tenido que desgastarse en tal o cual litigio de competiciones europeas. Infinidad, cabría decir, pues otra excusa caduca y digna de pasar al baúl de las tonterías de los entrenadores.

Rulli, Foyth, Raúl Albiol, Pau Torres, Estupiñán, Lo Celso, Parejo, Capoue, Coquelin y Dia, nada menos que diez de los once titulares ante los sevillistas, habían arrancado también en el partido contra el Liverpool. El Villarreal parecía que estaba formado por los atletas que corren el maratón olímpico, mientras que los hombres de blanco parecían buscar una buena marca en la Media Sevilla-Los Palacios.

Ésas, lamentablemente, fueron las diferencias físicas entre unos y otros. Lopetegui le había dado un pequeño giro a la alineación, no se sabe si aprovechando la indisposición vírica, otra más, de Ocampos. Colocó a Delaney en el eje defensivo y metió a Papu Gómez en la banda izquierda para adelantar a Rakitic casi como segundo delantero cerca de En-Nesyri y también muy pendiente de incomodar a Parejo en la salida del balón del Villarreal. La idea no era mala, el problema es que el suizo trota por el campo como un alma libre, sin intensidad ninguna, sin chispa para pelear los balones y con un físico impropio de un futbolista profesional a este nivel.

Físico

El Villarreal parecía que estaba formado por los atletas que corren el maratón olímpico, mientras que los hombres de blanco parecían buscar una buena marca en la Media Sevilla-Los Palacios

Es una apreciación meramente balompédica con el máximo respeto hacia la figura del capitán del Sevilla, pero es la realidad. Parece que los suyos jugaran con uno menos, algo que beneficia a los rivales y, lógicamente, perjudica a los propios sevillistas debido a que la escalera siempre tiene un peldaño menos a la hora de subirla o bajarla. El resultado fue que el Villarreal casi siempre dominó la situación dentro del campo y que también tuvo muchísimos más acercamientos hasta Bono. Justo al revés de lo que hubiera sido lo lógico con la acumulación de esfuerzos de unos y otros.

Koundé recibe la felicitación de Bono tras su gol.
Koundé recibe la felicitación de Bono tras su gol. / Domenech Castelló | Efe

También introducía el cuerpo técnico nervionense en la alineación inicial al argentino Montiel en el lateral derecho en lugar de un Jesús Navas que aguardaba en el banquillo el momento de ser una pieza algo más punzante en el arreón final. Además, en el aspecto físico también conviene resaltar que el asedio de los amarillos iba a comenzar muy pronto, concretamente, en el minuto 3, cuando Koundé salvaba un remate fácil de Dia, y seguía en el 4, cuando Bono salvaba el primer cabezazo franco de Foyth con todo a su favor.

Es verdad que se abrió un paréntesis para un remate de En-Nesyri en el que pudo hacer muchísimo más, incluido cederle la pelota a un Tecatito Corona que estaba en mejores condiciones para disparar que él. Se cierra rápido ese breve espacio temporal y lo que viene después es un disparo de Chukwueze al larguero con Bono batido (11’), un taconazo absurdo de Acuña dentro de su propia área que no aprovecha Chukwueze (16’), un remate en solitario de Pau Torres que volvió a salvar Bono (37’), otra oportunidad de Lo Celso (40’) y así se finiquitaba el primer periodo.

Diferencias

El cuadro de Emery llegó en una infinidad de ocasiones hasta las proximidades de Bono, pero los visitantes se fueron salvando hasta el intermedio

La imagen del Sevilla era bastante triste, está claro, pues apenas una falta bien lanzada por Diego Carlos era su producción, ya que En-Nesyri había fallado un gol clarísimo, pero tras arrancar en claro fuera de juego. ¿Qué cabía esperar con vistas al segundo acto? Pues que al menos se notara que los sevillistas debían llegar frescos a este choque en el que también estaban acompañados por muchos de los suyos en las gradas. Craso error de quien así pensara.

Había sido anulado un autogol de Koundé por fuera de juego previo de Dia por el pelo de una gamba cuando Lopetegui se cansaba del trote improductivo de Rakitic y colocaba en su lugar a Gudelj para plantear una defensa con tres centrales y adelantar en las bandas tanto a Montiel como a Acuña. Pero la tendencia tampoco iba a variar así, el dominio seguía siendo de los locales en medio del carrusel de cambios de unos y otros.

Subida de Bono

Después de encajar el gol válido de Lo Celso todo parecía sentenciado, pero el guardameta sevillista tuvo fe para subir a rematar un córner y Koundé sacó provecho para empatar

Los acercamientos hasta Bono eran continuos, aunque ninguno de ellos se convertía en una oportunidad clarísima de gol, pero tantos rebotes y tantos centros tenían que acabar como lo hicieron. Un despeje en un centro le caía a Lo Celso, quien empalaba en semifallo y el balón superaba por arriba a Bono tras botar muy cerca del argentino e irse demasiado arriba.

Parecía que el Sevilla había hincado finalmente la rodilla, incluso Bono salvaba otra de Alcácer prácticamente a continuación, pero el fútbol es caprichoso y en la última jugada llegaba un córner por la izquierda a favor del Sevilla. Bono iba a buscar el remate, incluso lo peleaba, y la pelota le cayó a Koundé en el área pequeña para que el francés la tocara con habilidad. Gol legal y empate a uno en el minuto 95, en el penúltimo de prolongación decretado por Gil Manzano. Empate para los sevillistas, fútbol es fútbol y nada que objetar desde el punto de vista de los resultadistas como quien suscribe. Pero uno no puede quitarse la cabeza la pregunta de ¿quién estuvo en la Feria el martes, el Sevilla o el Villarreal, y quién estuvo peleándole las semifinales de la Champions al Liverpool? La respuesta es obvia, pero no lo parecía.

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