Sevilla FC | El regreso de Monchi

Un león que amansa a las fieras

  • El efecto buscado por el consejo con el regreso de Monchi se ha cumplido y las críticas por la crisis deportiva han quedado aplacadas

Monchi ha levantado gran expectación en su regreso al Sevilla F.C.

Monchi ha levantado gran expectación en su regreso al Sevilla F.C. / Juan Carlos Vázquez

Lo que eran críticas y visiones apocalípticas ahora es ilusión. Lo que era una crisis en toda regla ahora es un ambicioso proyecto de futuro. Con su simple presencia, el mejor gestor deportivo de la historia del Sevilla, ha logrado cambiar las sensaciones del sevillismo de un plumazo. La presencia de Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi, el pasado lunes en la sala de prensa del Ramón Sánchez-Pizjuán ha sido el as en la manga del actual consejo de administración para aplacar las feroces críticas que arreciaban por lo que ha sido sin ningún tipo de discusión un fracaso en la planificación morrocotudo, fuera de las dos competiciones de eliminatorias, con un entrenador destituido en marzo y un director deportivo reconociendo públicamente nada más dejar su cargo que no sabe negociar y que no le gustan los despachos.

Ahora, con Monchi, se abren otros horizontes, como si el nuevo director general deportivo tuviera la capacidad de convertir el agua en vino o de multiplicar panes y peces. Ciertamente, algo muy parecido a eso demostró esta especie de dios en los 17 años de su anterior etapa en el club al que ahora regresa para, entre otras cosas, aplacar las voces que ya pedían una dimisión de los cargos de responsabilidad en el consejo de administración.

Aunque el propio Monchi llegó avisando a todos que no regresaba “para salvarle el culo a nadie” ni para rescatar al Sevilla de una caída segura, a pocos se les escapa que su salida de la Roma sólo un par de semanas atrás no pudo ser más oportuna. Con las siempre incómodas pintadas (tienen una fuerza mucho mayor que los cánticos en el estadio por su cariz anónimo y amenazante) pidiendo la dimisión de José Castro haciendo su aparición incluso antes de consumarse la eliminación europea ante el Slavia, negociar con el de San Fernando su nuevo desembarco y tratar de convencerlo para que se uniera al proyecto era algo así como una cuestión de Estado, un asunto de seguridad nacional por cómo estaban los ánimos del sevillismo y, por ende, de la opinión pública.

La crisis desencadenada tras la eliminación ante el Slavia parece haberse esfumado con su llegada

A Monchi le queda ahora trabajo por delante, pero de entrada tiene el crédito suficiente como para que todos confíen en él a la hora de construir un proyecto deportivo. El León ha logrado amansar a las fieras y el efecto buscado por el consejo de administración ha sido un éxito. Este lunes, con la foto de Monchi ante las cámaras en la sala de prensa del Sánchez-Pizjuán, nadie se acordaba ya de que el Sevilla el pasado viernes no estaba en el bombo del sorteo de cuartos de final de la Europa League, la competición que el club blanco conquistó hasta en cinco ocasiones bajo la gestión del de San Fernando.

Ya aclaró que tendrá que ir poco a poco, pero el sevillismo tiene especial interés en conocer su visión y ver de qué forma afrontará ciertas cuestiones que se antojan fundamentales. Primero, quién será el entrenador de la próxima temporada o al menos qué perfil buscará, aunque en su presentación no pudo eludir el no descartar la continuidad de Caparrós. Segundo, su mano en asuntos enconados como las renovaciones de jugadores clave en la plantilla como Sarabia, Banega, Ben Yedder o Mercado. Y tercero, su política de fichajes, esa varita mágica que en una mezcla de apostar por jugadores jóvenes y desconocidos junto a otros que garantizaban rendimiento convirtió al Sevilla en un club envidiado en todo el mundo.

El León tiene el futuro del Sevilla en sus manos, pero, de entrada, ya ha amansado a las fieras.

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