Rescoldos en papel celofán

La rivalidad pura y eminentemente deportiva convive con el protagonismo infantiloide que se empeñan en tomar actores que a menudo no están a la altura del fútbol

José Luis Sanz convoca a Del Nido Carrasco y Haro en la cuenta atrás del derbi

Isaac acude a abrazar a Lukébakio tras marcar éste de penalti el gol que decidía el derbi de la pasada temporada en el Sánchez-Pizjuán. / Juan Carlos Muñoz

Como un niño de los ochenta acudiendo a una merienda con el regalito por delante y el tirachinas en el bolsillo trasero del vaquero. La cordialidad impostada de los últimos derbis añade a estas citas una falsa apariencia de normalidad que, si bien es verdad que desaparece en el terreno de juego en el momento en el que el árbitro decreta el comienzo –o no–, casi siempre viene de los que quieren ser protagonistas sin serlo y se adelanta cada vez más en ese infumamble prederbi que parece propio de infantes malcriados en el patio del colegio.

El derbi que hemos conocido en esta ciudad es el derbi de las caricias que se repartían Pablo Blanco y Antolín Ortega, amigos fuera del campo de hasta salidas nocturnas sólo horas después de haberse repartido estopa con el balón por medio. Hoy la estopa, y de mal gusto, está fuera. Y los rescoldos están y se presentan envueltos en papel de celofán, prestos para prender en cualquier momento.

El derbi en el campo desde hace tiempo es más sano que fuera, aunque casi no queden jugadores de la casa. La sanción a los tres jugadores del Sevilla por la dichosa banderita sigue latente en las “normalizadas” relaciones entre ambas directivas, unas paces forzadas entre otras cosas por el elemento que faltaba en la ecuación, el político: la mediación del alcalde para salir en la foto...

El partido será apasionante, seguramente limpio y ganará el mejor. O no. O uno dará por malo o por regular el empate y al otro le sabrá a triunfo. Estas cosas son siempre así. Aunque no se digan. El Betis no puede esconder que llega más obligado... a saber imponer su calidad, a demostrar por qué está por encima en la tabla y por qué tiene mejor plantilla que su rival. Que el Sevilla se agarre a partidos así puede resultar triste cuando su crecimiento en este siglo afloró precisamente cuando se olvidó de una rivalidad siempre presente pero quizá llevada a los tintes de otro tiempo...

Los jugadores del Betis celebran el triunfo verdiblanco en el duelo de la segunda vuelta de la pasada campaña en Heliópolis. / Juan Carlos Muñoz

Precisamente fue cuando acabó la primera etapa de Joaquín Caparrós en el banquillo cuando el Sevilla estiró el cuello a modo de periscopio. Con Juande Ramos, curiosamente un ex entrenador bético, empezó a llegar la plata a Nervión, donde entre rumores de venta y represententes indignos Matías Almeyda hace lo posible por que sus muchachos se maten domingo a domingo tratando de competir contra rivales mejores en calidad y salarios.

Y pese al enésimo intento del utrerano de sacar a relucir un derbi vetusto y desfasado que lo único que ha conseguido es alentar a esa guerra fría en la que entró Rafael Gordillo huyendo de una foto, el Sevilla-Betis sigue siendo un partido apasionante que paraliza a una ciudad entera mientras desde Madrid esperan a la inevitable demostración de supina ridiculez de los dirigentes o de la burrada de turno de los grupos ultra, ya se trate sólo de una simple carrerita...

El derbi es fútbol puro, el derbi está en veinte mil detalles... en las prisas de uno de los abuelos por adelantarse al otro a sacarle el carné al nieto recién nacido o a comprarle la camisetita en la tienda oficial.

La bandera maldita: año II

El de este domingo será el primero en el Sánchez-Pizjuán tras la crisis de la bandera, una crisis que quizá pudo tener su germen en el duelo anterior en Heliópolis con un tifo que de alguna manera llegó a Antiviolencia. Un gesto de mal gusto de Caparrós en el palco encendió la mecha y obligó a Del NIdo Carrasco a llamar a su homólogo verdiblanco para pedir disculpas en su nombre recalcando que no ocupaba ningún cargo en el Sevilla. El premio ha sido nombrarlo presidente de honor. Corramos un tupido velo...

El presidente sevillista no entendió que en esa conversación telefónica Ángel Haro no le mencionara la bandera cuya exhibición por parte de tres jugadores fue usada para pedir una sanción deportiva, lo que significaba en Nervión que habían cruzado una línea roja. El resto ya es sabido: relaciones rotas, almuerzo entre directivas suspendido, derbis femenino y de filiales sin presencia en el palco... Una guerra de niños chicos. A última hora en el partido de vuelta se puso el parche, pero la guerra fría sigue, como se ha visto en estas últimas semanas.

Sin vargas, Antony ni Isco

En lo deportivo siempre es triste que tres de los mejores jugadores de ambos equipos, Vargas, Isco y Antony, se pierdan la cita. Los dos primeros por una lesión –increíble el golpe entre Amrabat y el malagueño– y el brasileño por el extraño criterio arbitral que convirtió en expulsión lo que siempre fue catalogado una acción de juego peligroso. Son jugadoreas llamados a llevar espectáculo al derbi y desgraciadamente no estarán, por lo que Sevilla y Betis tendrán que buscar el protagonismo individual en otros actores. Quizá Alexis Sánchez, quizá Abde o el Cucho... un derbi es un duelo en el que nunca se sabé qué jugador será el elegido para marcar las diferencias o para anotar el gol del triunfo.

Es un partido que ningún futbolista, haya nacido en Sevilla o no, quiere perderse bajo ningún concepto, puesto que en él se ponen en juego boletos para la gloria, salvoconductos eternos para entrar de lleno en el corazón del aficionado y no salir jamás de los jamases. Sin lugar a dudas, Vargas –que ya sabe lo que es anotar en un derbi–, Isco y Antony habrán jurado en arameo cuando se supieron fuera del partido de los partidos en la capital hispalense. Y más sus entrenadores, en particular el sevillista que no está muy sobrado de calidad en el grupo humano que maneja.

Sabor a cancha

Pellegrini es zorro viejo, Almeyda trata de hacerse un hueco en una difícil profesión, pero apunta maneras... En los banquillos habrá dos entrenadores cancheros criados en el fútbol sudamericano, si bien el Ingeniero ya tiene horas de vuelo en Europa y su renovación será un refuerzo añadido. Para el Pelado es su primer derbi y querrá dejar su impronta de aprendiz de su admirado amigo Simeone.

En ciertas cosas se parecen. Ahora el técnico sevillista necesita dar un golpe como el que dio ante el Barcelona y el Betis puede ser el rival ideal para eso. Es lo que esperan los sevillistas. En el otro bando, la sapiencia de Pellegrini y su aplomo en otra batalla más para el chileno es la gran baza bética.

Intensidad vs calidad

Como siempre, los estilos pueden marcar el choque, aunque en un derbi ni tiene por qué. El Sevilla tratará de suplementar su déficit de calidad con presión, concentración e intensidad. Es el equipo más tarjetado, uno de los que más faltas hace, el que más para el juego... Y de esa maraña tendrán que escapar los jugadores del Betis, más preparados para la posesión y para el ataque estático aun sin Isco como faro pero con extremos en racha como, a falta de Antony, su alter ego en la izquierda, Abde.

Será el primer derbi con un árbitro andaluz, el jiennense José Luis Munuera Montero, al que sin duda le saldrá un toro bravo de chiqueros. A partir de ya está el derbi en juego, el derbi de las sorpresas y de las cartas marcadas... ¿Será Joan Jordán la de Almeyda? Quién sabe. Rescoldos en papel celofán...

En el punto de Mira

Matías Almeyda | La única referencia en mitad de un desierto

En un panorama desolador por el futuro incierto del club y sin figuras que den la cara, su debut en un derbi es una carga de responsabilidad más para quien no se arruga...

César Azpilicueta | Parece mentira que sea como el dios esperado

La plantilla del Sevilla es tan limitadísima en todos los aspectos que su posible presencia es un rayito de luz para la afición y para un equipo perdido sin su experiencia.

Odysseas Vlachodimos | Un salvador que tiene prohibido equivocarse

Ha llegado y se ha erigido el héroe por méritos propios, aunque también tiene derecho a errar, como lo hizo en el precipitado saque a Akor Adams en Cornellà. Todo depende mucho de él.

Manuel Pellegrini | El zorro al que le queda una muesca: Nervión

El chileno tiene una asignatura pendiente en su historial de derbis. Ha perdido tres veces en el Sánchez-Pizjuán y ha empatado dos. Ganar sería celebrar su renovación.

Cucho Hernández | Con él en punta el Betis dio un salto necesario

Es un delantero listo, con hambre de gol y también con mucho fútbol. Quiere dejar su impronta en un derbi y las ausencias de Antony e Isco le dan a una mayor responsabilidad.

Ez Abde | Eléctrico, constante y con calidad en el golpeo

El marroquí promete hacerle pasar una mala tarde a Carmona. Sin Antony, su banda gana enteros y si elpartido se abre se puede volver en un animal desatado. Letal en el ida y vuelta.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último