¡Este Sevilla es la Casa del Terror (3-2)!

Celta-Sevilla | La crónica

El indigno equipo de Caparrós sufre otra derrota sonrojante ante un Celta que, con uno menos toda la segunda parte y 1-1 en el marcador, le hizo dos goles

La visita de Las Palmas se antoja un cara o cruz por la salvación

Nemanja Gudelj, arrodillado en la hierba de Balaídos. / Lavandeira Jr. (Efe)

Ni la derrota de la UD Las Palmas ante el Rayo Vallecano del día anterior, ni ese penalti y expulsión del céltico Marcos Alonso en los estertores de la primera mitad, que aprovechó Gudelj para restablecer el empate con toda la segunda parte por delante, liberó a este Sevilla limitado, feble y ahora desnortado por Caparrós para soltar amarras y buscar esa victoria que necesita para la salvación virtual. Todo lo contrario. El súbito escenario a favor que dejó el autopase de Peque que cortó Marcos Alonso con su brazo derecho en el área inyectó aún más presión sobre el moribundo equipo nervionense, que encajó dos goles en superioridad numérica para consumar la derrota más sonrojante del curso. Y no han sido pocos los reveses indecorosos, no...

Ese pase atrás, cargado de ridícula autosuficiencia, de Gudelj a Nyland que le entregó la pelota a Borja Iglesias con todo a favor para hacer el 3-1 en el alargue del partido, encapsula el marasmo en el que anda sumido un equipo, un club, que se empeña en precipitarse a los avernos de la Segunda División. La suerte de los sevillistas es que la UD Las Palmas ha perdido sus dos partidos seguidos en la isla, ante Valencia y Rayo Vallecano, y sigue a seis puntos de desventaja. Pero los canarios se plantarán el martes próximo a las nueve y media de la noche en el Ramón Sánchez-Pizjuán dispuestos a traspasarles todos sus miedos al anfitrión, que por algo el Sevilla Fútbol Club, SAD es hoy lo más parecido a esa Casa del Terror de la calle del Infierno en la que todos los sevillanos, tarde o temprano, hemos acabado entrando. Da pavor la incompetencia de la dirigencia, desde Júnior a Orta. Da pavor la pequeñez de la plantilla en técnica, en física y también, se está viendo, en carácter. Y ya da pavor también, para qué negarlo, el manejo de Joaquín Caparrós, que lejos de mover las piezas tras el descanso para asegurar un punto que no era malo e ir a por la victoria del alivio casi definitivo, mantuvo a dos sombras en el campo, Peque en la izquierda (el sacrificado por la entrada de Suso fuera Pedrosa) y Saúl Ñíguez no se sabe dónde. Porque se va la temporada, y el cronista no sabe de qué juega y a qué juega el ilicitano.

Este Celta de Claudio Giráldez sabe tocar la pelota rápido y a la primera, justo lo que es un mundo ignoto para el actual Sevilla, y con Peque y Saúl en la yerba, la inferioridad numérica del cuadro olívico fue sólo aparente. En cuanto Fran Beltrán o Ilaix Moriba recibían una pelota y su equipo salía, el fuego brotaba atrás en el Sevilla, sobre todo en esa disparatada banda siniestra que dejó Caparrós con Kike Salas y Peque. El pelirrojo se cayó de débil en un saque de banda, Fran Beltrán avanzó por la derecha, Saúl fue una vez más un espectador de la jugada, como en aquel gol del colchonero Barrios, y Mingueza cazó el centro pasadísimo al que no pudo responder Nyland, quien metido en la portería vio cómo la pelota cruzaba entraba en las redes (65’).

Caparrós ya había salido con otro extraño once en el que los centrales Ramón Martínez y Kike Salas actuaban de laterales por detrás de Juanlu y Pedrosa. Agoumé y Saúl conformaban el eje de la medular y arriba, Peque con Lukébakio tratando de ganarle, casi nunca con éxito, alguna a los centrales gallegos.

Ese extraño once hubiera parecido hasta bueno si Pedrosa, a los trece minutos, ve a Juanlu solo para empujarla a la red en su incursión hasta la línea de fondo. O si Ramón Martínez acierta a ajustar algo más su fuerte cabezazo en el saque de esquina posterior, que le detuvo Guaita.

Pero en el segundo acercamiento potable del Celta (el primero fue un tiro duro y ajustado de Moriba que detuvo Nyland) saltaron todas las costuras sevillistas. Swedberg, descolgado en zona de tres cuartos, se la quiso adelantar a Iago Aspas, el gran delantero de Moaña no llegó a la pelota pero la jugada se afiló más al caerle a Ilaix Moriba, quien se quitó la marca de Kike Salas con un fantástico control orientado de tacón y batió a Nyland con su tiro raso (20’).

El Sevilla pudo igualar en sendos acercamientos de Badé y de Juanlu a los que no llegaron por poco Agoumé y Lukébakio, respectivamente. Badé se tuvo que ir del partido por su irregular visión tras un manotazo de Hugo Álvarez, en los estertores de la primera mitad, y Caparrós aprovechó para dar entrada a Isaac, retrasar a Juanlu y ubicar a Ramón Martínez de central.

Y justo antes de ese intermedio, llegó el autopase de Peque que le puso el partido en bandeja al Sevilla. González Fuertes amonestó a Marcos Alonso, pero su colega del VAR, el tinerfeño Trujillo Suárez, lo convenció de que era acción de expulsión directa.

Tuvo luego el Sevilla 53 minutos con un jugador más. Tuvo el descanso para que Caparrós le hiciera ver a los suyos que había que jugar con cabeza, con la mente templada, para dar el zarpazo oportuno. Eso lo hubiera plasmado un equipo ordinario de esta Liga. Pero este Sevilla, que sólo acertó a batir a Guaita por segunda vez cuando no había tiempo para más, en el rechace de un tiro de Isaac que cazó Kike Salas en el área (97’), anda prisionero de sus propias limitaciones y temores en la Casa del Terror. El martes lo visita otro moribundo en el empeño de salvarse. Qué miedo da todo.

Ficha técnica

3 RC Celta: Guaita; Yoel Lago, Carlos Domínguez, Marcos Alonso; Mingueza (Cervi, min.76), Moriba, Damián, Hugo Álvarez (Borja Iglesias, min.82); Aspas (Javi Rodríguez, min.46), Williot (Ristic, min.69) y Pablo Durán (Iker Losada, min.88).

2 Sevilla FC: Nyland; Martínez, Badé (Isaac Romero, min.45), Gudelj, Salas; Sánchez, Agoumé, Saúl (Ejuke, min.84), Pedrosa (Suso, min.53); Peque (García Pascual, min.66) y Lukebakio.

Goles: 1-0 Moriba, min.19; 1-1 Gudelj (p), min.45; 2-1 Mingueza, min.65; 3-1 Borja Iglesias, min.90; 3-2 Kike Salas, min.97

Árbitro: González Fuertes (asturiano). Mostró tarjeta roja directa a Marcos Alonso (min.45). Además, amonestó a Isaac Romero (min.73) por parte del Sevilla.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 35 de LaLiga disputado en el estadio municipal Abanca Balaídos ante 20.281 espectadores.

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