El Sevilla FC prepara el partido ante el Villarreal con una ausencia destacada

A falta de cuatro días para enfrentarse al Villarreal en La Cerámica, el Sevilla Fútbol Club ha regresado a los entrenamientos en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios después de caer el pasado domingo frente al Real Madrid. Los pupilos de Joaquín Caparrós y el submarino amarillo solamente tienen en juego dejar un buen sabor de boca a este final de temporada, ya que ambas escuadras han conseguido sus objetivos en este curso. Mientras que en Nervión se certificó la permanencia la pasada semana, en la Comunidad Valenciana celebraron este fin de semana su regreso a la Champions League después de tres años.

Para este encuentro, en el lado sevillista sigue siendo duda un Saúl Ñíguez que ya estuvo fuera de la convocatoria en la última jornada liguera. El ilicitano, muy criticado por su rendimiento a lo largo del curso, sufrió una tendinitis rotuliana que no le permitió jugar en el Ramón Sánchez-Pizjuán ante su afición y ha causado baja en la sesión de entrenamiento de este miércoles. Cada vez quedan menos dudas de si seguirá en Nervión el año que viene pues, pese a poder extender su contrato con la entidad hispalense un año más, la situación invita a pensar que ninguna de las partes querrán ampliar la cesión. En el apartado de ausencias siguen sin estar presentes los habituales Tanguy Nianzou, Akor Adams y Rubén Vargas; cuyo regreso se espera para la próxima temporada.

Un último baile

Hasta cinco jugadores podrían disputar su último partido oficial con el conjunto nervionense el próximo domingo. En el caso de las cesiones, además de la ya mencionada de Saúl Ñíguez, Albert Sambi Lokonga también tiene muchas papeletas de decir adiós al combinado hispalense. El belga ha sufrido demasiadas lesiones a lo largo del curso, lo que invita a pensar que el Sevilla no tratará de hacerse con sus servicios de forma definitiva.

También podría ser el último encuentro tanto para Álvaro Ferllo como para Álvaro García Pascual. Los rumores sobre el futuro del guardameta son incesantes, y aún no se sabe si continuará ligado al combinado hispalense. Por su parte, al ariete de Benalmádena le han salido pretendientes por su buen rendimiento en el Sevilla Atlético y sus partidos con el primer equipo. Su gol frente a la Unión Deportiva Las Palmas fue la clave de la permanencia para el cuadro blanquirrojo, y desde entonces su salida no parece tan clara.

Sin embargo, habrá dos personas cuya marcha no dejará indiferente al sevillismo. Hablamos de Joaquín Caparrós y Suso Fernández, que han sido como padre e hijo en este final de temporada. El utrerano, que no ha dejado de hacer alarde de su sangre blanquirroja desde que llegara al banquillo, recuperó al centrocampista gaditano y lo convirtió en el líder que necesitaba el equipo. El capitán ya se despidió de su estadio el pasado fin de semana, aunque en La Cerámica tendrá minutos para disputar el que será, ahora sin ningún tipo de duda, su último partido con la elástica del Sevilla Fútbol Club.