La venta del Sevilla y el difícil, o imposible, espejo del Atlético
La venta del club madrileño al fondo Apollo Sports, dejando como ejecutivos a Gil Marín y Manzano, se presenta como el camino a seguir en un Sevilla que debe limar antes sus gravísimas diferencias accionariales
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El anuncio oficial de la venta del 55% del capital social del Atlético de Madrid al grupo estadounidense Apollo Global Management pone las orejas tiesas a un sevillismo expectante ante las soterradas conversaciones para la venta del Sevilla. La única oferta formal hasta ahora es la de la llamada tercera vía sevillista, del empresario sevillano Antonio Lappí. Pero los grandes accionistas del Sevilla la han rechazado. Todo está en un proceso y un contexto muy distinto al del Atlético.
De entrada, el máximo accionista hasta ahora del club madrileño, Miguel Ángel Gil Marín, se queda como consejero delegado y ahora tercer máximo accionista y Enrique Cerezo seguirá como presidente con una participación menor. Tras su ampliación de capital para su venta al grupo norteamericano, el valor del 100% del capital social del Atlético se cifra en 2.500 millones de euros. Una auténtica barbaridad. En el Sevilla las cifras serían mucho menores, sobre unos 300 millones de euros por la mayoría ejecutiva de sus acciones.
Pero el verdadero problema es que tanto Gil Marín como Cerezo llevaban meses trabajando en esta operación en consenso y en un clima de crecimiento continuado tanto deportivo como financiero. Y tenían garantizada su continuidad ejecutiva. Todo lo contrario que en el Sevilla. ¿Quién se quedará como representante sevillista si se produce la venta a un fondo extranjero? Ahí hay otra larvada lucha entre las familias sevillistas.
La guerra accionarial entre el grupo de José María del Nido Benavente, que habla de representar un 40%, y el que apoya como presidente del actual consejo de administración a su hijo José María del Nido Carrasco tiene un apéndice judicial enrevesadísimo que ha de ser liquidado antes de la venta, que algunos prevén cercana. El Atlético no ejecutará la suya hasta el primer trimestre de 2026. Y para esa fecha cifran algunas fuentes el momento en que podría iniciarse el proceso de venta del Sevilla. ¿Pero a quién y en qué condiciones?
Del Nido Benavente ya rechazó públicamente la oferta de Antonio Lappí por considerarla insuficiente cuando acudió a declarar por la presunta estafa de la que lo acusan los nuevos americanos: A-CAP, la aseguradora que representa ahora el paquete de un 14% del capital que tenía 777 Partners, representada por Juan de Dios Crespo. Desde el entorno del consejo también se ha filtrado que la oferta de Lappí es muy inferior en condiciones y cantidades a las de otros fondos extranjeros, algunos de ellos estadounidenses como Apollo Sports.
Las especulaciones son muchas y se cifran en 3.000 euros o más por acción las mayores ofertas extranjeras. Los fondos extranjeros no incluyen el préstamo de CVC a través de la Liga como deuda neta, a diferencia de Lappí. Pero el principal escollo es poner de acuerdo en cifras, condiciones y, sobre todo, representación posterior en el club a los que llevan años peleándose en los juzgados. ¿Quién será el Gil Marín o el Cerezo si entra un grupo yanqui?
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