"Nadie nos informó del desastre"
Españoles que acudieron a la 'Love Parade' no supieron de la catástrofe hasta horas después, una vez terminada la fiesta · El espectáculo transcurrió con toda normalidad y concluyó a la hora prevista
La noticia de que algunas personas habían muerto en las cercanías de la entrada de la Love Parade de Duisburgo corrió de boca en boca fuera del recinto festivo, pero dentro nadie supo de la tragedia hasta horas después, informaron testigos españoles. "Nadie nos informó del desastre", era la queja generalizada de los españoles que se encontraban en el festival de música.
Según Ignacio Chanza, residente en Bruselas que acudió a la fiesta, al encaminarse por la avenida que llevaba a la antigua estación de mercancías, donde tenía lugar la fiesta, pensaron que algo podía pasar al ver grupos de personas que caminaban en sentido contrario.
El español, que iba con un grupo de amigos, explicó que les pareció muy raro aquello. Preguntaron en un bar "por qué" volvía la gente, a lo que les respondieron que "había muchas personas agolpadas y no se podía entrar".
"Seguimos caminando hacia la fiesta y de repente vimos mucha más gente que volvía y al preguntarles por qué lo hacían, nos dijeron que había habido muertos por las aglomeraciones y entonces decidimos volvernos nosotros también", relató.
Diferente es la experiencia de Alberto García, quien llegó al túnel para pasar al espectáculo pasadas las 17.45 y vio a gente "sentada en el suelo, y algunos llorando junto a algunas ambulancias, pero todo el camino despejado". Éste iba con un grupo de cuatro amigos más y todos consiguieron entrar a la antigua estación sin hacer "ni un minuto de cola".
"Cuando entramos no sabíamos lo que había pasado y pensábamos que la Policía y las ambulancias estaban allí porque habría habido algunos heridos, desmayos o problemas de alcohol, como de costumbre en estas fiestas", manifestó.
Según Alberto, casi a la salida por el túnel había "vallas tiradas en el suelo y gente llorando y deprimida con la ropa sucia, pero pensábamos que la gente iba borracha".
"Seguimos caminando, nadie nos prohibió la entrada al recinto y la fiesta duró hasta las doce de la noche, tal y como estaba previsto", aseguró. Además, el testigo explicó que cuando ya llevaban una par de horas bailando, se encontraron con otro grupo de españoles que les dijeron que habían "oído rumores de que en la entrada había habido una avalancha y habían muerto personas".
"No hicimos mucho caso porque habíamos pasado por ahí y estaba todo bastante despejado y además no anunciaron nada dentro del recinto ni apagaron la música", señaló Alberto, quien acudió a Duisburgo desde Groningen (Holanda), donde trabaja.
Otro de los amigos que acudió a la Love Parade, Miguel Lopategui, declaró que se dieron cuenta de que algo grave había pasado cuando les llegó un mensaje al móvil "preguntándonos si estábamos bien" al salir de la fiesta, pasadas las doce la noche.
Por su parte, las dos víctimas españolas de la catástrofe, Clara Zapater y Marta Acosta, asistieron al festival con un grupo de 30 personas desde Münster. Una amiga que fue con ellas a la Love Parade explicó que las dos jóvenes cayeron al suelo durante la avalancha y fueron aplastadas.
La Universidad de Münster (localidad situada en el oeste de Alemania), donde las dos fallecidas cursaron su año Erasmus, anunció ayer que celebrará una misa funeral en memoria de las estudiantes españolas.
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