Edin Ovidio es de Honduras y tiene ahora 31 años. En septiembre de 2014 unos vecinos de la localidad hondureña de Candelaria Lempira, concretamente de la aldea de Las Cañadas, escucharon varios disparos que procedían de su casa.

Cuando acudieron a ver qué había sucedido, horas después, se encontraron con el cuerpo sin vida de una mujer de 44 años junto al de un bebé de 18 meses, que era su nieto. Al lado de ellos había un tercer cuerpo, el de una chica de 16 años que aun estaba con vida pero se encontraba muy grave. Antes de morir, la joven contó que quien los había atacado había sido su marido, Edin.

Como consecuencia de las tres muertes, el hombre, que entonces tenía 22 años, fue detenido y llevado a prisión. Sin embargo, antes de que se celebrara el juicio por el caso éste logró huir de la justicia y desaparecer.

El país al que vino a refugiarse fue España, algo que los policías ya sospecharon desde el momento de su fuga. Por este motivo la Interpol junto al cuerpo de Policía Nacional puso en marcha una operación conjunta para dar con él y deportarlo.

Tras ocho años de diligencias en la que las pistas que tenían de su paradero los llevaban a la zona de Murcia, consiguieron localizarlo en la localidad de Molina de Segura, donde trabajaba en el campo de forma irregular. Al parecer fue alguien del municipio quien lo reconoció después de ver un anuncio con la orden de búsqueda y captura.

Una vez comprobada la veracidad de esta información, los agentes activaron los canales de cooperación policial internacional en materia de prófugos, además de solicitar la emisión de la correspondiente Orden Internacional de Detención por el triple delito de homicidio.

Ademlas, la Policía Nacional pidió tener material dactilar original del fugitivo para la realización de posibles cotejos técnicos de identidad por si estuviera empleando una identidad falsa. Una vez que los agentes lograron conseguir la vigencia de la reclamación judicial internacional iniciaron la búsqueda del prófugo.

El individuo fue localizado usando la cobertura de un trabajo irregular en el campo murciano de donde obtenía los medios para subsistir residiendo con su nueva pareja, la cual estaba embarazada. El dispositivo elaborado por los agentes para llevar a cabo su detención permitió su arresto cuando salía hacia el sitio en el que estaba empleado.

El acusado de haber cometido un triple homicidio en 2014 en Honduras pasará ahora a disposición del Juzgado Central de Instrucción en Madrid, a la espera de la solicitud de extradición. Esto supondrá su vuelta a su Honduras natal y desde allí la condena que estimen para él.