¿A qué hora es la fumata?

Pendientes de una chimenea. Así viven los católicos la elección del nuevo Pontífice. El sistema de anuncio mediante fumatas durante el cónclave papal sigue un protocolo preciso con horarios establecidos que pueden variar según los resultados de las votaciones. Cuando en la primera votación matutina ningún cardenal obtiene la mayoría requerida, no se emite señal de humo y se procede inmediatamente a un segundo escrutinio, tras el cual, aproximadamente entre las 12:00 y las 13:00 horas, cuando se realiza una fumata que indica el resultado.

Esta señal de humo será negra si no se ha elegido Papa o blanca si ya existe un nuevo pontífice. El mismo procedimiento se aplica durante las dos votaciones vespertinas: si la primera no resulta en elección, se pasa directamente a la siguiente ronda y solo al finalizar, entre las 17:00 y las 19:00 horas, se emite la correspondiente fumata negra o blanca según el resultado obtenido.

¿Qué ocurre si algún candidato alcanza la mayoría necesaria en la primera votación de cada sesión? En ese caso excepcional, se rompe la rutina establecida y aparece una fumata blanca antes del horario previsto, bien a media mañana o a media tarde, anunciando al mundo la elección del nuevo Papa.

El proceso de votación extendido

A partir del segundo día de cónclave, el ritmo se intensifica con cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde, manteniendo este esquema hasta que un candidato consigue la mayoría requerida de dos tercios. Si después de tres jornadas completas de votaciones no se ha producido una elección, el proceso contempla una pausa de un día destinada a la oración, reflexión y diálogo entre los cardenales electores.

La implementación de esta pausa constituiría un hecho histórico sin precedentes en la era moderna, ya que las votaciones nunca se han prolongado tanto en el último siglo y medio. Siguiendo el procedimiento establecido en el último cónclave, esta interrupción tendría lugar el domingo, tras 13 escrutinios, contando los tres días de votaciones necesarios para el descanso sin incluir la jornada inicial de entrada en la Capilla Sixtina.

Mecanismos para resolver un cónclave prolongado

El sistema prevé que, tras la pausa, las votaciones continúen en ciclos de siete escrutinios con un día de descanso entre cada bloque. Sin embargo, el protocolo establece una modificación sustancial si se alcanzan las 34 votaciones sin resultado definitivo: a partir de ese momento, la elección se limitaría exclusivamente a los dos candidatos con mayor número de papeletas, manteniendo siempre el requisito de la mayoría cualificada de dos tercios para la elección válida del nuevo Sumo Pontífice.