Los Labubus, la moda coleccionable sobre la que alertan los psicólogos: "Este tipo de consumo puede activar patrones similares a los de la ludopatía"
El servicio de psicología Somos Estupendas describe el papel que tienen la sorpresa y la incertidumbre en la segregación de dopamina y la activación del sistema de recompensa
Coleccionar Labubus puede ser una afición gratificante, siempre que esta experiencia no genere frustración ni ansiedad
Tras los Sony Angels, los Labubus se han convertido en los muñecos más virales de TikTok. Estas figuras coleccionables se caracterizan por sus expresiones graciosas, colores llamativos y un toque monstruoso, pero adorable. Se trata de un diseño del ilustrador hongkonés Kasing Lung, quien se inspiró en una criatura nórdica para crear estas criaturas de la serie 'The Monsters'.
Los Labubus son una producción de la empresa chona Pop Mart, especializada en cajas misteriosas donde nunca sabes qué figura te va a tocar. Este toque misterioso, unida a las ediciones limitadas, han causado un auténtico furor que se ha extendido desde Asia hasta Occidente. No obstante, el éxito de estas figuras no es casualidad: su estrategia de márketing se basa en 'jugar' con nuestras emociones.
El servicio de psicología Somos Estupendas compara los Labubus con otros fenómenos como los tazos o las figuritas del Huevo Kinder. "La incertidumbre y la sorpresa activan nuestro sistema de recompensa. Nuestro cerebro libera dopamina , la hormona del placer y la validación. Por eso abrir una de estas cajas puede resultar tan emocionante y tan adictivo", reflexionan en una de sus últimas publicaciones en Instagram (@somosestupendas, con más de 800.000 seguidores).
Este nivel de emoción se antoja directamente proporcional a la escasez o la rareza del Labubu que aparezca tras abrir una de estas cajas sorpresa, lo cual puede trastocar los límites del deseo. "La idea de completar la colección o conseguir la figurita más rara puede generar ansiedad, frustración o compras compulsivas", alertan estos expertos.
El problema viene cuando un pasatiempo aparentemente inofensivo se convierte en una necesidad. "Este tipo de consumo puede activar patrones similares a los de la ludopatía", explican. En el caso de notar que la afición por los Labubus o cualquier otra colección adquiere un componente de presión, desde Somos Estuepndas invitan a preguntarse si estamos comprando por ilusión y disfrute o para llenar un vacío.
Los Labubus, una afición sana siempre que no nos domine
Los expertos recomiendan buscar la satisfacción, pero con conciencia. Para ello, cabe seguir las siguientes recomendaciones:
- Establecer límites antes de comprar artículos coleccionables
- Recordar que no es necesario tenerlas todas
- Buscar alternativas de ocio que nos ayuden a liberar dopmina: salir a pasear, quedar con amigos, buscar pasatiempos creativos...
La dopamina es un neurotransmisor clave en la activación del sistema de recompensa. Cuando realizamos una actividad gratificante, se activa toda una red neuronal entre diversas áreas del cerebro que buscan la repitición de estas conductas, generando así los procesos adictivos, según explican desde el medio especializado Psicología y Mente.
No obstante, "cuando buscamos la dopamina en conductas saludables como una relación satisfactoria o ver una buena película, su efecto en el sistema de recompensa no es tan grande ni descompensatoria como aquella que causan las sustancias tóxicas o comportamientos adictivos", concluyen.
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