Semana Santa de Sevilla 2019

El Palquillo

Traslado de la Esperanza de Triana a su capilla

Nuestra Señora de la Esperanza de Triana abandonaba este lunes la Real Parroquia de Santa Ana tras haberse celebrado la pasada semana su solemne septenario y función principal de instituto. Numerosos devotos ya formaban una densa masa humana desde el interior del viejo templo trianero. Aun con la luz del atardecer, hecho histórico, la Virgen asomaba a la Plazuela de Santa Ana, tomando acto seguido las calles Rodrigo de Triana, Vázquez de Leca y Pureza. La Banda de Música de María Santísima de la Victoria sonaba en la trasera de las andas, interpretando composiciones dedicadas a la Esperanza de Triana, una tras otra sin solución de continuidad. La Virgen lucía la nueva saya bordada en oro fino sobre terciopelo de seda color morado, siendo una pieza fechada en torno al siglo XIX adquirida por un grupo de hermanos y pasada a nuevo soporte por el bordador Francisco Carrera Iglesias. Sobre sus sienes la corona realizada por Gabriel Medina en 1937.

El Palquillo

Vía crucis con el Cristo del Mayor Dolor, del Dulce Nombre

Este último viernes de marzo, la Hermandad del Dulce Nombre realizó su tradicional vía crucis presidido por el Cristo del Mayor Dolor. Este crucificado no procesiona el Martes Santo, y esta es la única oportunidad de verlo por las calles de la feligresía, en su vía crucis público de cada cuaresma. Un considerable cortejo de hermanos con cirio y una representación de la archicofradía sacramental de la Soledad acompañaron al Cristo por calles como Conde de Barajas, Jesús del Gran Poder, Pescadores, Hernán Cortés y Flandes. Durante el vía crucis se hizo estación al Convento de Santa Ana, de las Orden de las Carmelitas Descalzas, y a la Basílica de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder.

El Palquillo

Vía crucis del Cautivo de San Ildefonso

Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado, de la Parroquia de San Ildefonso, realizó este cuarto viernes de cuaresma, y último del mes de marzo, su vía crucis externo, acompañado por centenares de fieles y devotos. Es considerado una de las imágenes más veneradas de Sevilla. Con las últimas luces de la tarde, y tras haber caído algunas tímidas gotas de lluvia en la ciudad, la imagen salía de su templo sobre unas pequeñas andas portadas a hombros, cedidas por la hermandad de San Roque, iluminadas por faroles de mano.