Esta actriz cordobesa con amplia trayectoria fue Clara Campoamor en El Ministerio del Tiempo y fue Prudencia en Amar es para siempre. En la segunda temporada de Desaparecidos, los miércoles a las 23.00 horas en Telecinco, es Elena, una compañera policía que tanto replica al jefe de la unidad Santiago Abad (a cargo de Juan Echanove) como se convierte en su compañera de ocio. La atracción late entre ambos. .

–¿Cómo diría que es Elena para ubicar a su personaje en Desaparecidos?

–Con Santiago Abad es quien le diría lo que nade es capaz es decirle. Es quien le habla más claro. Es un vínculo que se ha ido forjando con los años y tenemos ahora nuestras salidas, compartimos hobbies. Es un lazo que se va estrechando.

–Es esa vía de escape que necesitamos. Hablar de otras cosas.

–Es lo mejor que tienen los amigos. Con ellos puedes hablar de otras cosas cuando sólo piensas en el trabajo, por ejemplo. Es lo que surge entre Abad y Elena Gálvez. Más allá, ya veremos. Necesitamos compañía en lo laboral y también en lo humano. Sobre todo si un trabajo como el de policía absorbe todo tu tiempo.

–¿Con los policías que habló para su papel el trabajo de la unidad de desaparecidos llegaba a obsesionarles?

–Una labor así te obliga a ser fiel a una profesión, a un compromiso social. Se trasluce en la serie. Entre Elena y Santiago surge esa relación de una persona que te limpia la mente y te oxigena el corazón. Aunque tengas muchos puntos en común es un vía de escape. En este tipo de policías hay mucha implicación emocional. Necesitan alivios a su concentración.

–¿Esa tensión de la búsqueda se palpa en las grabaciones?

–Se nota en el plató. El equipo sabe cuando se está rodando una escena delicada. Cuando el momento es potente, cuando alguien se rompe o se desgarra, esos sentimientos se generan también en el plató. Se viven.

–¿Cómo es el vínculo con Juan Echanove?

–Aprendemos de él. Todos. Es impresionante y le tenemos admiración. No es sólo es un actor de series, es un enamorado de esta profesión y nos hablaba de una obra que estaba dirigiendo, de sus anécdotas , de su experiencia.

–¿Y cómo actúa en el plató un actor de tanta experiencia?

–Los grandes actores son muy respetuosos. Es el caso de Echanove propone su punto de vista. Pronuncia sus aportaciones con todo el respeto, oyendo mucho a los demás. De eso también se aprende. Juan es un ser humano extraordinario y lo más importante es cómo transmite de forma afectuosa su sabiduría, su trayectoria, el compañerismo.

–¿Qué tal con Michelle Calvó?

–Muy bien fuera y dentro del plató. A Chani Martín lo conozco desde hace muchos años. Todo eso permite que el trabajo sea más cómodo. Es un gran elenco, pero también hay que valorar esos compañeros episódicos. Están entre nosotros un día y les toca romperse, papeles muy difíciles de pocos minutos: deben dar el do de pecho con pocos ensayos.

–¿Y qué persona en el plató es esencial pero que desde fuera no nos damos cuenta de su trabajo?

–Una grabación, un rodaje, es una labor de equipo de verdad. Con maquillaje y peluquería los actores tienen una relación muy cercana y se nota cuando hay buen ambiente. Pero por lo que observo siempre en un set quien marca el ambiente y la dinámica de trabajo es la dirección y los protagonistas. Ellos marcan el ritmoel directo y los actores principales. Si hay buen rollo, si son amables, todo eso se va extendiendo y se contagia a todos los departamentos. Si ellos guardan la calma, lo agradece el resto del equipo.