De Trigueros a Lucena anda hoy el toreo

MANDA el toro en Trigueros. Será, si algo espontáneo no lo remedia, el remate de una temporada en Huelva que, con el otoño ya en danza, se acerca irremediablemente al análisis, y más que al análisis sin duda que a la reflexión de lo que particularmente ha marcado un año donde la crisis parece tener todas las culpas, cosa de que la de discrepo.

Al mundo del toro parece venírsele todo del revés, pero intuyo que algo se habrá sembrado mal, por parte de todos, para que al final no haya nacido.

En fin, eso son cuitas de otros momentos porque, evidentemente, en lo que hoy debe estar centrada la atención no es en fulanito ni menganito, sino en el desarrollo de una tarde de toros a la que le otorga una impronta muy especial su carácter estrictamente benéfico.

No es una banalidad afirmar que poner en pie este festival taurino que esta tarde celebra Trigueros es tarea difícil.

Sin duda que es menos difícil porque hay dos hombres de esta tierra, Cuadri y Millares, que ponen por delante su trabajo y economía, y la decisión necesaria para que sean ya diez ediciones las que cumple esta cita.

Seguramente, es menos difícil porque el esfuerzo de los toreros es también real y aquí no cobra nadie un duro por poner un pie sobre el albero.

Y, seguramente, es más fácil que deje unos beneficios imprescindibles porque la gente de Trigueros hace suyo un festival donde la principal presencia es la suya.

Pero no es fácil. No lo es luchar con tantos melindres organizativos, requisitos fiscales, idas y venidas y, además, salir indemne de lo que en muchos casos se convierte en una auténtica pesadilla para quien le toca organizar cualquier festejo.

Sólo el carácter de benéfico nos implica una y otra vez en la cita. Sólo, y porque sólo queda ya Trigueros, la solidaridad de este medio presta sin pudor el espacio que le corresponde a una causa que deja, desde luego, rentabilidad y esperanza para sus beneficiarios, en esta caso, la Asociación de Discapacitados y los familiares de enfermos de alzhéimer.

Por eso, el último llamamiento al aficionado debe imprimirse en estas líneas para conseguir que esta tarde se llene en lo máximo posible el tendido de la portátil triguereña.

Cambio de tercio. Andan ya las peñas taurinas de nuestra provincia perfilando lo que van a ser sus respectivos ciclos de charlas y entregas de trofeos, y en esa línea surge el comentario hacia el imprescindible trabajo que en estos menesteres desarrolla la valverdeña de Palco de Ganaderos. Domingo Parreño hijo nos hacía llegar anoche la intención por parte de su peña de retomar el análisis de lo que ha sido el historial de la plaza valverdeña en forma de mesas redondas. Nuestro ánimo, sin duda, desde aquí para que continúen con esa valiosa aportación al mundillo taurino de nuestra provincia.

Hoy será día de vertiginosa actividad para el ganadero Manuel Ángel Millares.

Nombrada ya su implicación en el festival de esta tarde, donde acude como ganadero con dos de los hierros de su casa, nada más terminar el festejo habrá de cerrar raudo el esportón para viajar esta noche hacia Lucena del Puerto, a recoger el premio que desde allí le otorgan a la presentación y el buen juego de la novillada lidiada en marzo de este año con motivo del tradicional festival que cobija la festividad de San Vicente Mártir.

No será el único onubense en la cita porque en la noche de triunfadores le deben de acompañar otros nombres toreros de Huelva, como los de Jesús Fariña, Francisco Barroso y el banderillero Juan Luis Serrano, destacados en aquel festejo. Por cierto, que Fariña es otro de los que hoy hace doblete actuante porque es el único matador onubense anunciado en el festejo de Trigueros.

La ultima referencia informativa debe viajar hacia un protagonista salmantino. En realidad, hacia dos protagonistas de aquella tierra porque, como bien nos apuntaba el compañero en tareas informativas de Efe, Vicente Parra, el próximo día 28 del presente mes y a partir de las 20:00, se llevará a cabo en la sede de la Tertulia Miguel Báez Litri el acto de presentación del libro Alfonso Navalón: escribir y torear, escrito por el periodista salmantino Paco Cañamero y que recientemente ha sido publicado.

Dicha obra es la biografía del periodista Alfonso Navalón, nacido en la calle Bocas de nuestra capital, a la que estuvo muy ligado durante su quehacer profesional y donde contaba con numerosos amigos, como los maestros Miguel Báez Litri y el difunto Antonio Borrero Chamaco, y seguidores de sus crónicas e informaciones.

Por su parte, Paco Sánchez Cañamero es el discípulo más aventajado de Navalón, con quien trabajó durante muchos años en diversos medios de comunicación charros y, en esta obra, ha sabido relatar la personalidad del inolvidable Alfonso Navalón.