Paseo por las Descalzas

Desde hoy, el Convento de las Descalzas de Carmona se abre a las visitas turísticas y culturales, gracias a la iniciativa de la Delegación municipal de Cultura, Turismo y Patrimonio Histórico y la comunidad de religiosas agustinas del convento. Esta apertura se suma a las recientes de la Iglesia de Santiago, del Convento de Madre de Dios y de la Iglesia de San Blas, dentro de la línea de trabajo iniciada por el Ayuntamiento de Carmona de ampliar la ya de por sí importante oferta cultural, turística y patrimonial de la ciudad.

El Convento de las Descalzas, cuyo nombre real es Convento de la Santísima Trinidad, es un conjunto de edificaciones que incluyen como piezas fundamentales su iglesia y la zona de la clausura, ésta organizada alrededor de un patio central donde existen otras dependencias próximas al actual huerto.

Se fundó en 1629 debido a una donación de Juana Camacho a la orden religiosa de las agustinas. El acto no fue del agrado del cabildo carmonense, por su cercanía a la Prioral de Santa María, pero las monjas permanecieron en las casas donadas y con el paso del tiempo se hizo necesario dotar a la orden de una capilla. La capilla conventual se comenzó a construir en 1718 bajo la dirección de Diego Antonio Díaz, maestro mayor del arzobispado y fue inaugurada en 1748 con solemnes fiestas.

Tanto en su exterior como en su interior su estilo es barroco final. El templo presenta fachada con amplios volúmenes y una torre campanario doble ornamentado con azulejos, avanzada con un muro con merlones para tapar el cementerio de la orden. Conforme al estilo clásico de las congregaciones marianas, tiene doble puerta de acceso en el muro derecho, totalmente simétricas. Se trata de dos puertas adinteladas con frontón curvo y roto, donde se sitúa una hornacina rematada por una cruz lobulada.

La iglesia es de planta de cruz latina, con una sola nave y cabecera plana. La nave se cubre con bóveda de cañón, existiendo una cúpula sobre el presbiterio. A los pies de la nave hay un par de coros donde se sitúan las monjas. El claustro, con decoración mudéjar, se construyó durante el siglo XVIII y está formado de columnas de mármol que sujetan una serie de arcos.