Carlos Molina vio la luz en el México lindo, pero por sus venas corre sangre sevillana. Su tío abuelo fue el matador de toros El Vito. Y sabía que el destino iba a volver a ligar su vida con la tierra de su rama materna. “Ya en los noventa me vine a estudiar y desde entonces siento Sevilla en mi corazón”.

Su declaración de amor tuvo la forma de un restaurante, que abrió en Tomares hace dos años. No era la fecha más apropiada para que Sed de México abriera sus puertas. Pero lo hizo. “Los comienzos no fueron fáciles, un nuevo país, otra forma de hacer, además nos pilló el estallido de la pandemia, fue toda una prueba, pero la superamos y aquí estamos”.

Sed de México captó al momento el interés de los amantes de la cocina genuina. Su carta rezumaba autenticidad y esa línea lleva a la empresa a dar un paso más. Del corazón de México hasta el mismo corazón de Sevilla, Plaza de la Alianza, barrio de Santa Cruz. “el público ha sabido reconocer la calidad y autenticidad y eso nos ha dado alas para agradecer y poder volar”.

La inauguración de La Cantina by Sed de México, en la Plaza de la Alianza.

El nuevo establecimiento regala unas vistas impagables con la Giganta al fondo. El enclave exige algo excepcional y la carta tratará de corresponderle. “Será una comida muy reconfortante y golosa”, define Carlos Molina. "Una carta que satisfará a grandes sibaritas, y con un servicio mexicano”.

Por supuesto que los ingredientes llegan directamente del país norteamericano. “Cada dos semanas recibimos palés con el maíz de allá, los chiles de allá, todo lo que nos da el toque personal”, detalla el propietario, que a su vez lanza un interesante propósito: “Estamos enfocados sobre todo al público sevillano, porque mucha gente nos pedía que aterrizáramos en la capital”.

Al frente de la cocina está Diego Mangialabori. Y entre las entradas de la original oferta se encuentran las ostras frescas al estilo Ensenada, denominadas Shot Baja, a 4,80 euros la unidad; el guacamole clásico (12 euros) o compuesto de pulpo, castacán (corteza de cerdo asada), chapulines (insectos comestibles) o gusanos (15 euros); también la ensalada de nopales (15) o las manitas de cerdo en escabeche (16). O un cóctel de mariscos típico de allí denominado Vuelve a la Vida (17).

Fideos secos con merluza braseada y langostinos.

Para picar, no falta el plato de tacos al pastor, ya más conocido entre los sevillanos (18). Menos conocido es el sope, tortilla de maíz picada y frita con tuétano y gusanos de Maguey. Entre los platos ya más contundentes se encuentran la enmolada de pato (Tortillas de maíz rellenas de confit de pato bañadas con un tradicional mole mancha manteles, 20 euros), los fideo secos y frijoles negros acompañados de merluza braseada y langostino (22), el chamorro con tatemado queretano (codillo de cerdo horneado, bañado en nuestro adobo de chiles secos, 25) o la arrachera con enchiladas queretanas (26).

La apertura de La Cantina by Sed de México, que vivió su fiesta de inauguración el pasado jueves, trae consigo la transformación del restaurante original de Tomares en una taquería, más volcada a la reputada comida callejera de México: tacos, volcanes y tostadas acompañados de sus ya famosos cócteles.

Ahí no paran los proyectos del grupo Sed de México, que tiene previsto abrir en unos meses un nuevo concepto de alta cocina mexicana en una conocida zona sevillana fuera del casco histórico.