La ciudad y los días
Carlos Colón
Montero, Sánchez y el “vecino” Ábalos
A 45 kilómetros de Sevilla, en la comarca de la Campiña, se encuentra el municipio sevillano de Los Molares, un pueblo con algo más de 3.600 habitantes cuya población comenzó a surgir en la época medieval alrededor de un castillo que hoy es protagonista indiscutible de la localidad.
El castillo de Los Molares se levantó a finales de la Edad Media, en el año 1336, de la mano de don Lope Gutiérrez de Toledo. Este habría recibido la dehesa del Molar (de ahí su nombre) de don Lope Chico, quien a su vez la recibió del propio rey Fernando IV por los servicios que Lope Chico había prestado en la guerra contra los musulmanes de la península.
En el 1430, el castillo se convirtió en una fortaleza importante alrededor del cual se había forjado una población que fue dando forma al hoy municipio. Tras pertenecer a los duques de Alcalá hasta la supresión de los señoríos en el siglo XIX, la dehesa del Molar junto a su castillo pasaría a depender de Utrera hasta que en el año 1919 se acabaría convirtiendo en municipio independiente. Declarada Bien de Interés Cultural, el castillo de Los Molares conserva en excelente estado su recinto amurallado. En su interior se puede ver una exposición de la historia del pueblo y una proyección audiovisual de la antigua Feria de paños y sedas.
Como símbolo de este pueblo y de la importancia que tiene para sus lugareños y lugareñas, el castillo también se ha convertido durante muchos años en el escenario de las Jornadas Medievales celebradas en el pueblo para conmemorar su historia.
Además del castillo, Los Molares cuentan con otros edificios y espacios de gran interés turístico, como la Iglesia Parroquial Santa Marta, la Torre del Bao o los dólmenes de Cañada Real y El Palomar, los cuales se pueden ver si se realiza una ruta por el entorno natural de la localidad. También se puede ver la Fuente de la Higuera, un abrevadero que siempre ha sido punto de reunión de los vecinos y vecinas del municipio.
No se queda atrás el entorno natural, ubicado muy cerca de la Base Aérea de Morón y por el que discurren decenas de rutas que permiten ver los alrededores de este pueblo sevillano que pasa desapercibido.
En cuanto a la gastronomía, el pan de Los Molares tiene fama en toda la provincia. Este se sigue elaborando de manera artesanal en horno de leña y se usa, con asiduidad, para hundirlo en los guisos tradicionales que se preparan a diario en la localidad.
Los Molares es un pequeño municipio que pasa desapercibido en la Campiña sevillana y en el que no todo el mundo repara, pero la historia y tradición de sus calles, junto al imponente castillo y la alegría de su gente, lo convierten en una localidad digna de conocer en la provincia sevillana.
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