Cinco lugares naturales que sorprenden a quienes visitan la provincia de Sevilla por primera vez

La importancia histórica que tienen la ciudad de Sevilla y algunos de sus municipios más representativos como Osuna, Écija, Santiponce o Carmona hacen que muchos visitantes que vienen por primera vez no encuentren el tiempo ni la inquietud de conocer más lugares que forman parte de la provincia. Sin embargo, especialmente para quienes prefieren conocer los espacios abiertos y hacer turismo rural, en Sevilla existen algunos lugares naturales que forman unos paisajes completamente inesperados y que merece la pena visitar.

Estos son algunos de los espacios que sorprenden a visitantes que llegan a esta parte de Andalucía sin conocer el entorno natural que nos rodea:

Cerro del Hierro

El Monumento Natural Cerro del Hierro está situado entre los municipios de Constantina y San Nicolás del Puerto, en el Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla y muy cerca del Monumento Natural Cascada del Huesna. Antigua zona minera, en este imponente paisaje se mezclan la acción de la naturaleza con la del ser humano como explotación minera desde época romana debido a la presencia de hierro en las rocas de este cerro.

Estos trabajos dejaron al descubierto un paisaje de formas y colores únicos y dignos de visitar. Las responsables de esta singular belleza son las calizas, rocas que sufrieron una erosión parcial por efecto de la lluvia y de la nieve, dando lugar a este espectacular karst que hoy es reclamo para senderistas y amantes de la escalada.

Cascadas del Huéznar

También conocida como Cascada del Huéznar, este Monumento Natural está a caballo entre los municipios sevillanos de Alanís y San Nicolás del Puerto. El depósito carbonatado sobre el cauce conforma una franja de unos 15 metros entre ambas orillas donde se sucede un sistema de cascada con dos saltos de agua, enmarcado por un bosque galería de olmos, fresnos, sauces y alisos.

A lo largo de esta sucesión de pequeños saltos de agua, llamados Las Chorreras, el río recorre su cauce con aguas cristalinas y bajo un espectacular bosque que atrae a muchos visitantes.

Pinares de Aznalcázar

Adentrándose en las marismas y con dirección a Aznalcázar, se encuentran los pinares de este municipio, una gran extensión de tierra abarrotada de estos árboles que constituyen uno de los espacios forestales de mayor interés ecológico dentro de la provincia de Sevilla y que, además, forman parte del Parque Nacional de Doñana.

Su situación geográfica próxima a las marismas del Guadalquivir, su gran área de extensión repartida entre los términos municipales de Aznalcázar y Puebla del Río en la mitad sur de Sevilla y su gran variedad de ecosistemas, así como su densa masa arbórea, hacen de este lugar un punto idóneo para que habite en él una gran variedad de especies, como el lince ibérico.

Marismas del Guadalquivir

Más allá de los pinares que conforman la parte sevillana del Parque Nacional de Doñana se extienden las marismas del Guadalquivir, que han servido, entre otras cosas, para la siembra de arroz en los municipios de Coria del Río, La Puebla del Río e Isla Mayor. Sus paisajes y la biodiversidad que se puede encontrar en ellas han dado lugar a uno de los ecosistemas más importantes del continente. A esta zona se puede llegar tanto en turismo como en barco, ya que es el lugar del paso del río Guadalquivir, aunque hay quien prefiere recorrer el sendero en bicicleta.

Adentrarse en las marismas del Guadalquivir y, más específicamente, hacerlo durante la puesta de sol, es un espectáculo asegurado de colores en el que, con suerte, se podrán divisar algunas especies animales que viven ahí durante todo el año o que hacen de Doñana su zona de paso

Lagos del Serrano

Aunque pertenecen al municipio de Guillena, los lagos del Serrano se encuentran a 3 kilómetros del pueblo de El Ronquillo formando un hermoso paraje ubicado en las primeras estribaciones de la Sierra Morena. Sus arterias principales son la Rivera de Cala y el embalse con su mismo nombre.

Puesto que se trata de una extensión de gran tamaño, cualquier paraje de los lagos es óptimo para pasear junto a ellos y disfrutar del entorno natural, en el que además es posible cruzarse con senderistas y ciclistas, especialmente los fines de semana. En las inmediaciones también hay antiguas estaciones de ferrocarril y vías de tren, amplias vistas panorámicas, aldeas, cortijos, restos prehistóricos e incluso el Palacio de Parladé, una construcción que data del siglo XIX, pero que se inspira en un castillo medieval.