Una mirada fresca de la pintura

Hay quien pinta en un estudio, hay quien lo hace al aire libre o quien, incluso, practica su técnica mientras duerme. "Me faltan horas para pintar en el día y te prometo que pinto hasta en sueños. Muchos días, cuando me doy cuenta estoy trabajando hasta con tres caballetes a la vez". Desde que descubriera hace unos años que su pintura gustaba -"una oportunidad que me dio el llevar mis cuadros al mercado de arte de los domingos en la Plaza del Museo"-, la carrera pictórica de esta sevillana, nacida en Madrid, no ha parado ni un sólo momento. En su estudio, ubicado en El Porvenir, pasa muchas horas al día y recibe a una clientela fiel que ha sabido ver en la obra de Sara Moreno la frescura y la alegría que trasmite en cada uno de sus cuadros. Una pincelada suelta, de inspiración impresionista, que marca un estilo sencillo. "Quizás sea, precisamente, la sencillez de las escenas o momentos que recojo lo que más gusta". Desde carreras de caballos, detalles de la Feria y de unas mesas en el campo hasta los seises, el pincel de Moreno capta lo cotidiano, sin caer en el clásico-típico costumbrismo. Hasta el próximo 30 de enero, expone en el Ateneo de Sevilla 27 de sus obras, entre ellas la fachada de la institución sevillana. "Me gusta la pintura rápida, si me pienso mucho un cuadro algo falla. La pintura me fascina. En muchas ocasiones, siento que hay cuadros que me dominan, que ya existían antes, y que yo sólo soy una herramienta para llevarlos a la realidad".