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Andalucía

Cierre con abucheos e incidentes

  • La ausencia de un desfile desató la furia de algunos espectadores, que tiraron vallas y arrojaron objetos contra los autobuses que transportaban a parte de autoridades e invitados. No hubo heridos ni tampoco detenidos.

La indignación de la gente que se congregó en el Paseo del Parque por el Día de las Fuerzas Armadas y que esperaba ver un desfile como colofón de la ceremonia acabó ayer con incidentes, abucheos y lanzamiento de objetos. La intervención policial evitó que la rabia de los espectadores derivara en disturbios. Unos testigos hablaban de carga policial, otros la negaban. Fuentes de la Comisaría precisaron que solo hubo "contención, no carga". No hubo ni detenidos ni heridos. 

En realidad, entre los actos no estaba previsto ningún desfile. Pero la multitud que aguantó de pie muchas horas detrás de una valla y que soportó estoicamente el calor se sintió estafada cuando tras marcharse los Reyes, los Príncipes y la ministra todo se acabó. De hecho, los espectadores no paraban de preguntar: "¿Eso es todo?" 

Los incidentes se produjeron pasadas las 13:30 al final del Paseo del Parque, llegando ya a la Plaza de la Marina. Algunas personas tiraron las vallas de seguridad sobre la calzada y bloquearon durante unos diez minutos la salida de los últimos autobuses que llevaban a parte de las autoridades e invitados a la recepción oficial del Jardín de la Concepción. "Fuera, fuera", les increpaban mientras hacían con el dedo hacia abajo en señal de desaprobación. 

Un grupo de espectadores arrojó bocadillos, naranjas, botellas y alguna valla contra los autobuses, que también fueron aporreados. Se vivieron momentos muy tensos porque los agentes y los vehículos quedaron rodeados por una muchedumbre que los increpaba con ira. Antidisturbios de la Policía Nacional y agentes montados de la Policía Local tuvieron que intervenir para escoltar y abrir paso a los autobuses. "¿Dónde está el dinero del desfile? Que esperen a las próximas elecciones", se desgañitaba un hombre. 

Los casi 250 militares que participaron en el acto de la Plaza del General Torrijos se disolvieron a la altura del Ayuntamiento. Así que los espectadores apostados desde allí hacia la Plaza de la Marina solo vieron los vehículos de la Casa Real y poco más. "Es indignante. Hemos visto coches de políticos y no hemos visto desfilar ni a un solo solado", se quejaba otro hombre. 

María del Mar Jiménez protestaba con furia: "Se han reído de Málaga". Otra señora que no quería dar su nombre añadía: "Eso seguro que en Sevilla no pasa. Hay gente que ha venido de los pueblos. Nos han dado banderitas, llevamos horas esperando y ahora resulta que no hay desfile". 

Los actos no preveían desfile alguno. Fueron suprimidos hace tres años y se reservan para el 12 de octubre. Fuentes del Ministerio de Defensa aseguraron ayer que se habían repartido 10.000 octavillas entre el público para informar de que no había desfile. Mandos policiales opinaron que si los 250 militares se hubieran disgregado en la Plaza de la Marina no habría habido altercados. Pero desde la Plaza de Torrijos hasta el final del Paseo del Parque solo se oía un clamor entre la gente: querían un desfile. "Ha sido un engaño", "nos han estafado", "en Semana Santa vemos más", "¿Llevamos desde la 7:00 de la mañana para esto?", eran las frases que se repetían una y otra vez. 

Un policía local a caballo quedó atrapado entre la multitud en el cruce que hay frente al hotel Málaga Palacio. No pasó nada, pero la multitud lo increpó hasta que se desahogó. Al final de la Alameda Principal, junto a la estatua del Marqués de Larios, estaban las lecheras de la Policía Nacional. El gentío se arremolinó allí. Un agente antidisturbios intentaba calmar a los espectadores y hacerles entender que aunque estuvieran indignados, arrojar objetos y tirar vallas era un delito. "Si esta es la gente buena, ¿qué vamos a hacer con la mala?", le preguntaba a una mujer ofuscada para que entrara en razón. Ella le replicaba que veía lógica la manera en que algunos espectadores habían reaccionado a la falta de desfile. 

Fuentes policiales desvincularon los incidentes de la acampada de la Plaza de la Constitución, que estaba a escasos 400 metros. Del más de medio centenar de personas preguntadas ayer en el tumulto, solo dos -funcionarios con el sueldo rebajado y que ayer gritaban "fuera la Chacón"- criticaban el gasto en los actos del Día de las Fuerzas Armadas y admitían que venían de ver a los indignados de la plaza de La Constitución. El resto de las voces coincidían en la misma queja como detonante de los incidentes: "Tanta espera para no ver nada".

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