Renfe cuenta con 9 centros de fabricación y mantenimiento de trenes en Andalucía con medio millar de trabajadores
Los centros de Renfe Fabricación y Mantenimiento de Andalucía se ubican en las provincias de Málaga, Sevilla, Córdoba, Cádiz y Granada
La compañía impulsa esta área con inversiones que en 2023 alcanzarán los 30,5 millones de euros, de los que cerca de 5 millones corresponden a Andalucía
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Renfe continúa impulsando su potencial industrial para continuar siendo un referente en la prestación de servicios de fabricación, mantenimiento y transformación de vehículos ferroviarios. Está previsto que 2023 se
cierre con una inversión de 30,5 millones de euros en esta área, de los que 5 millones están destinados a instalaciones de Andalucía.
Esta cuantía está destinada principalmente a obras de mejora en distintas instalaciones; a la renovación y adquisición de diferente maquinaria; a la robotización de procesos para mejorar los sistemas de información o a actuaciones para mejorar la gestión medioambiental.
Renfe Fabricación y Mantenimiento cuenta en Andalucía con un total de nueve centros ubicados en las provincias de Málaga, Sevilla, Córdoba, Cádiz y Granada y cerca de 500 trabajadores. Estas instalaciones son
tanto talleres de primer nivel (aquellos que realizan operaciones más sencillas y rápidas) como de segundo nivel (operaciones más complejas que obligan a inmovilizar el tren), así como centros especializados en la
reparación de componentes.
En Málaga, Renfe cuenta con un complejo industrial de primer orden, cuya actividad se lleva a cabo en tres centros: la Base de Cercanías, destinada a trenes Civia 464 que prestan servicio en Málaga; la Base de
Alta Velocidad, que concentra la actividad de mantenimiento de trenes de Ave (S-102) y Avant (S-104); y la Base de Mantenimiento Integral, donde se realizan las grandes reparaciones de trenes de Cercanías y Media Distancia, y que está especializado en la reparación de sistemas de aire acondicionado en todos los modelos de trenes de Media Distancia y Cercanías de Renfe.
En Sevilla se ubican otras dos Bases de Mantenimiento. Una de ellas de Autopropulsado, que realiza el mantenimiento de trenes diésel y eléctricos de Cercanías y Media Distancia; y la Base de Motor, en la que se lleva a cabo el mantenimiento de vehículos de tracción, principalmente locomotoras de Renfe para Mercancías y Viajeros.
En Córdoba, Renfe cuenta con una Base de Mantenimiento especializada en la reparación de todo tipo de vagones de Mercancías.
En Granada se ubica un Centro de Reparación de Componentes especializado en la reparación elementos de locomotoras de distinto tipo que conforman el parque de Renfe.
Por último, Renfe Fabricación y Mantenimiento también cuenta con dos instalaciones en la provincia de Cádiz: la Base de Mantenimiento ubicada en Jerez y destinada a trenes de Cercanías del Núcleo de Cádiz, y la Base de Asistencia Técnica de Algeciras especializada en tareas correctivas de vagones y locomotoras de Mercancías.
Generador de empleo en la comunidad andaluza
El área industrial de Renfe cuenta más de 3.000 trabajadores directos, de los que medio millar se ubican en centros de Andalucía, lo que le convierte en un motor de generación de empleo en la Comunidad, tanto
directo como indirecto, ayudando así al desarrollo económico del territorio andaluz.
Se trata de personal especializado de mantenimiento de flota, de ingeniería, de logística y almacenes e instalaciones industriales. Asimismo, Renfe Fabricación y Mantenimiento dispone de empresas de
mantenimiento participadas que incluyen a los principales fabricantes de material con una plantilla de más de 2.000 trabajadores. Estas sociedades, gestionadas de forma conjunta entre Renfe Mantenimiento y cada uno de los fabricantes, aportan al grupo Renfe el conocimiento de las diferentes tecnologías y permiten estar al día de los últimos avances tecnológicos del sector.
Una red de talleres de mantenimiento ferroviario
Renfe Fabricación y Mantenimiento engloba 98 centros de actividad repartidos por todo el territorio nacional: tanto en talleres de primer nivel, aquellos que realizan operaciones más sencillas y rápidas; como de segundo nivel, con operaciones más complejas que obligan inmovilizar el tren, además de otros tipos de centros especializados en reparación de componentes. Además, en el nuevo escenario de liberalización del
transporte de viajeros, estas instalaciones también prestan sus servicios a los nuevos operadores ferroviarios.
De esta manera, por estos centros pasan anualmente un millar de trenes para la realización de las intervenciones de mantenimiento de primer nivel y segundo nivel, tanto de vehículos de viajeros como de material motor de mercancías.
También se llevan a cabo trabajos para la reparación de componentes: como elementos relacionados con el aire acondicionado, cajas de cambio; inversores mecánicos o los concernientes con la rodadura de trenes de viajeros como las turbotransmisiones, válvulas, plataformas de frenos, etc. Además, se reparan motores eléctricos, ejes, motores térmicos, compresores, bombas de vacío, rodadura de locomotoras y otros componentes del tren.
Por último, están los trabajos de transformación que alargan el ciclo de vida del tren, mediante la reconstrucción, actualización y sustitución de los elementos de los sistemas del vehículo.
Innovación Tecnológica
La visión de Renfe hacía el futuro pasa por una transformación
tecnológica, operacional y cultural que traiga agilidad y eficiencia en los
todos los procesos, obteniendo un mayor valor de los datos y facilitando
la operatividad de las intervenciones. La compañía ha adoptado y sigue
implementado tecnologías de vanguardia para optimizar todos procesos
de fabricación y mantenimiento, garantizando la calidad y fiabilidad de
su flota.
Compromiso con la sostenibilidad
Renfe ha implementado prácticas sostenibles en su proceso de
fabricación y mantenimiento, reduciendo su huella ambiental y
promoviendo un transporte público más ecológico. Un ejemplo, es la
instalación de paneles solares en 14 de sus principales bases de
mantenimiento con la intención de que estas instalaciones cubran un
41% de sus necesidades energéticas. Un proyecto que permitirá reducir
tanto el consumo energético demandado de la Red como la emisión de
gases de efecto invernadero
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