No hay duda de que uno de los cambios más traumáticos que ha causado la crisis sanitaria provocada por el coronavirus en las familias ha sido el cierre de los colegios, decretado por la Junta de Andalucía el 12 de marzo y que ha provocado no pocos problemas: Niños en casa todo el día, profesores enviando tareas o impartiendo clases por videoconferencia, padres teletrabajando mientras vigilan el trabajo de sus hijos, plataformas telemáticas saturadas, aplicaciones con problemas técnicos o bugs de seguridad.

La aventura del cole en casa ha trastocado la vida de las familias tanto o más que el propio confinamiento decretado por el Estado de Alarma tanto por las dificultades intrínsecas a la propia situación como por la evidencia de que España no estaba preparada para abarcar en toda su realidad una educación no presencial.

Con todo, unos más que otros han estado haciendo lo que pueden, con muchas dudas acerca del futuro de la formación de sus hijos: Cuándo volverán a clase, qué contenidos van a seguir impartiéndose en casa, qué se va a evaluar y cómo, qué ocurrirá con las materias que no se han dado.

Algunas de esas dudas están empezando a tener respuesta desde que ayer una peculiar Conferencia Sectorial de Educación -celebrada por videoconferencia- haya abordado el final del curso escolar, cuyo último trimestre está marcado por el cierre de los centros de enseñanza: todo hace pensar que los pequeños volverán al colegio, aunque no se sabe cuándo, y hay bases para pensar que el resto está ya acordado, aunque con matices.

Clases con carácter voluntario

El consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, informó de que en dicho encuentro se ha acordado que en julio, una vez ya acabado el curso, los colegios de la comunidad autónoma seguirán abiertos, pero no será para todos, sino para desarrollar un plan de refuerzo estival como el que, precisamente, se puso en marcha por primera vez en Andalucía el pasado verano y que generó bastante polémica por parte de los sindicatos de maestros.

En realidad, en la Conferencia Sectorial de Educación lo que se ha acordado es permitir la posibilidad de abrir los colegios en julio para dar de forma voluntaria esas clases de refuerzo a los alumnos, especialmente a aquellos con necesidades educativas especiales, tal y como días atrás reclamaban organizaciones como Save the Children.

Javier Imbroda considera que, en las actuales circunstancias, este programa resulta más que necesario si se tiene en cuenta que existen menores que por diferentes razones no han podido recibir los contenidos del último trimestre a través de las nuevas tecnologías. Obviamente, este refuerzo también se centraría en aquellos que no los hayan asimilado bien. El ‘cole’ de julio, además del refuerzo curricular, iría acompañado de actividades de tipo lúdico.

Sin aprobado general en Andalucía

Así las cosas, aunque no se sabe cuándo de retomarán las clases, sí se ha decidido que terminarán tal y como estaba previsto: a finales de junio, y también que no habrá un ‘aprobado general’ (como se había propuesto desde algunos sectores).

Eso sí: las repeticiones de curso serán “una excepción”, como aseguró ayer la ministra Isabel Celaá, quien adelantó en el Congreso de los Diputados que la “regla general” será pasar el curso. Dicho de otra forma: sólo se repetirá de forma excepcional. Para la evaluación final se tendrán en cuenta únicamente las notas de los dos primeros trimestres -aunque el segundo tampoco llegó a completarse, le quedaba prácticamente una semana-, de forma que las notas de la tercera evaluación tengan solo un carácter diagnóstico, o al menos esa es la idea que el Ministerio trasladará a las Consejerías.

En Andalucía, para la evaluación se valorará el esfuerzo realizado por los alumnos desde sus hogares durante los meses de confinamiento y las dificultades que hayan podido tener. La próxima semana (el lunes) la Consejería dará cuenta de todas estas medidas en unas instrucciones que se enviarán a los centros educativos.