La ciudad y los días
Carlos Colón
Montero, Sánchez y el “vecino” Ábalos
Todavía no ha llegado el momento pero como todo va tan deprisa, los partidos políticos ya están desvelando sus cartas para las próximas elecciones andaluzas. Y eso que Moreno sigue en sus trece asegurando que va a agotar la legislatura y en San Telmo llaman a la calma después de los nervios que corrieron por los pasillos cuando se supo que las de Castilla y León iban a ser el 15 de marzo. (Era una falsa alarma, es nada más que la fecha legal de tope que tiene Fernández Mañueco para abrir las urnas). Primero el Presupuesto 2026 y la aprobación de las leyes pendientes (la de Vivienda, la de universidades y la de Agentes de Medio Ambiente) y luego, la convocatoria electoral para la Presidencia de la Junta de Andalucía que será... cuando las encuestas así lo recomienden. Ni más ni menos. Eso sucederá en Andalucía y también en La Moncloa.
Los nervios electorales no sólo circulan por San Telmo sino también por todas las sedes de los partidos en Andalucía y las respectivas delegaciones en Madrid. Todos se sienten ya en tiempo de descuento, el momento en el que los entrenadores de fútbol alertan de que, al menos, no se debe perder lo que se ha conseguido.
El portavoz de Vox, Manuel Gavira, pedía directamente entrar en el Gobierno andaluz si Juanma Moreno no logra la mayoría absoluta que tiene ahora, una situación que podría darse a tenor de lo que reflejan los sondeos publicados. Explica su demanda asegurando que no va a volver a repetir los “errores” de 2018, cuando apoyó a la investidura de Juanma Moreno quien firmó un gobierno de coalición con Ciudadanos. “Fuimos engañados porque el PP andaluz no cumplió”.
Lo más curioso de las palabras de Gavira es que él mismo reconoce que sus relaciones con el PP no son precisamente buenas, y han empeorado desde que mostró su rechazo frontal a apoyar a la candidata que el Gobierno Andaluz planteaba para ocupar la Defensoría del Pueblo. Algo se rompió ahí (si es que no estaba roto ya) y no han logrado recomponerlo. Es más, en cada sesión de control en el Parlamento, Gavira critica duramente a Juanma Moreno y lo acusa de llevar a cabo “políticas socialistas”.
Claro que los dardos van en doble dirección. El habitualmente comedido consejero de Agricultura, Ramón Fernández-Pacheco, consideraba este miércoles “despreciable” la actitud de Vox y del PSOE sobre la lengua azul “por capitalizar el problema para obtener rédito político”, y a ambos les pedía responsabilidad para abordar un problema que afecta gravemente al campo andaluz, uno de los frentes electorales.
El otro es la sanidad pública. O eso entienden desde el PSOE donde han optado por denunciar todos los días los múltiples problemas del principal servicio público que reciben los andaluces. Este miércoles, la portavoz socialista en el Parlamento daba un paso más. No sólo se irá a las asociaciones, entidades y a todos los pueblos de la comunidad autónoma; registró una petición para crear una comisión de investigación sobre las listas de espera en SAS porque no se “creen” los datos que ha ofrecido la Junta y ante el “gravísimo gasto” de dinero público en la sanidad privada.
Los socialistas tienen claras sus líneas de trabajo, quieren mostrar un Gobierno andaluz privatizador frente al modelo que presenta su candidata, que apuesta por lo público.
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