Ocho alimentos que podemos comer al volver de vacaciones aunque hayan 'caducado'
CONSUMO
Entramos en la recta final del mes de agosto y muchos apuran sus vacaciones tirados en una tumbona y gozando del todo incluido de alguno de los múltiples establecimientos hoteleros que disponemos en la geografía andaluza. Otros apuran su última compra en el supermercado de la playa conscientes de que en a la vuelta de casa deberán ir pronto a por provisiones porque el frigorífico y la despensa de casa los dejaron bajo mínimos. Incluso temen tener que tirar algunos de los productos porque hayan superado la fecha de consumo preferente, un aspecto del que están muy pendientes uno de cada dos españoles. Pues bien. Muy atentos porque, siguiendo las indicaciones de la OCU, hay determinados alimentos que aún así podríamos consumir. Estos son ochos alimentos que podemos comer al volver de vacaciones aunque hayan "caducado".
Yogures
Llegamos a casa y aún siguen en el frigorífico unos cuantos yogures, pero su fecha de consumo preferente pasó un par de días antes de nuestra llegada. Que no terminen en la basura, ya que pueden consumirse perfectamente pasado el día que marca el envase. No van a dañar a quien los consuma.
Pan de molde
Similar es el caso del pan de molde, que si se mantiene en buen estado de conservación puede consumirse perfectamente. Lo que sí es cierto es que superada su fecha de consumo preferente puede ponerse algo más duro y que la miga se deshaga con mayor facilidad, por lo que se recomienda conservarlo en el frigorífico y sacarlo cierto tiempo antes de ir a consumirlo o tostarlo.
Patatas fritas
En el caso de las patatas fritas, con mayor duración en lo que a fecha de consumo preferente se refiere desde su envasado inicial, el riesgo está en que pierdan parte de su sabor o se reblandezcan, pero no hay riesgo de ponerse malos por comerlas.
Embutidos y quesos curados
Hasta un mes después de su fecha de consumo preferente se pueden ingerir los embutidos loncheados y queso curados, siempre y cuando nos cercioremos que su estado de conservación ha sido el correcto y no tiene manchas o está seco en determinadas zonas del producto.
Bollos y galletas
Ocurre lo mismo con galletas y bollería sin relleno, que no pierden las propiedades alimenticias, pero sí pueden terminar perdiendo buena parte de su textura.
Pastas, arroces y legumbres
En el caso de legumbres, pasta y arroces los expertos apuntan a la posibilidad de extender hasta un año su posible consumo si se ha conservado siguiendo las indicaciones del fabricante, el envase está intacto o en caso de estar abierto, se comprueba que su aspecto no esté alterado.
Mermelada y mantequilla
En el caso de la mantequilla o mermelada "caducada", se puede comer uno o dos meses tras la fecha de consumo preferente. Eso sí, antes de usarla hay que observar el olor, la textura y el color. Y ante la más mínima duda, lo recomendable es tirarla a la basura.
Envases de tomate
Por último, desde la OCU aseguran que también se pueden emplear para cocinar los envases de tomate, aunque la fecha de consumo preferente se haya superado. Son de los que mejor aguantan el paso del tiempo, junto a las latas de conservas. Siempre y cuando se hayan conservado en el lugar indicado y cerrados no suponen un riesgo para nuestra salud.
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