Comer en el súper: un fenómeno que duplica adeptos en España
1,3 millones de españoles ya disfrutan de la experiencia gastronómica dentro de los supermercados, reflejo de un cambio en los hábitos de consumo marcado por la conveniencia
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El fenómeno de comer en supermercados e hipermercados está experimentando un auge sin precedentes en España. Según los últimos datos de la consultora Worldpanel by Numerator, el número de personas que optan por consumir alimentos dentro de estos establecimientos se ha duplicado en tan solo un año, alcanzando la cifra de 1,3 millones de clientes a cierre de julio de 2025.
Este notable incremento refleja una transformación en los hábitos de consumo de los españoles, quienes cada vez más acuden a estos espacios no solo para realizar sus compras habituales, sino también para desayunar, almorzar o merendar. La tendencia, que comenzó como una alternativa práctica, se está consolidando como una opción gastronómica más dentro del panorama alimentario nacional.
Veronika Khurshudyan, portavoz de Worldpanel by Numerator, ha confirmado que 6,9 millones de personas han adquirido comida en cafeterías de hipermercados y supermercados para consumo fuera del hogar durante el último año. De esta cifra, 1,3 millones han decidido disfrutar de sus compras dentro del propio establecimiento, lo que supone el doble respecto al mismo periodo del año anterior.
El auge de la conveniencia en la alimentación
A pesar del creciente interés por consumir in situ, la experta ha matizado que la mayoría de las compras siguen siendo para llevar. Los datos revelan que un 31% de las veces los alimentos se consumen en casa de otras personas, mientras que un 16% se destinan al lugar de trabajo.
"Las cafeterías en los hiper y supermercados empiezan a consolidarse como un punto de consumo flexible que combina lo práctico del 'para llevar' con la posibilidad de quedarse y disfrutar en el momento", ha explicado Khurshudyan, subrayando la versatilidad que ofrecen estos espacios a los consumidores modernos.
Las principales cadenas de distribución españolas no han pasado por alto esta tendencia. En respuesta a la demanda creciente, están reforzando sus áreas de restauración con mostradores que ofrecen comida lista para llevar por raciones y habilitando zonas específicas para el consumo dentro del propio local, ampliando así la experiencia de compra tradicional.
Esta estrategia se complementa con una gama cada vez más amplia de productos listos para consumir o que solo requieren calentarse, disponibles en los lineales convencionales. Una oferta que busca facilitar la alimentación diaria de las familias españolas ante un ritmo de vida que se percibe como cada vez más acelerado.
La falta de tiempo como motor de nuevos hábitos de consumo
El fenómeno no es casual ni aislado. Un estudio conjunto de Worldpanel by Numerator y la asociación Promarca ha revelado que el 47% de los españoles afirma no disponer de tiempo libre, lo que ha convertido los productos de conveniencia —aquellos que ofrecen facilidad, practicidad y comodidad— en protagonistas de muchas decisiones de compra.
Los datos son contundentes: la conveniencia se ha posicionado como la principal motivación en el 25% de las ocasiones de consumo de alimentos y bebidas, superando incluso a factores tradicionalmente relevantes como la salud (18,6%) o el placer (22,6%).
Fernando Fernández, presidente de Promarca, ha señalado al respecto que "el consumidor actual ya no busca únicamente sabor, calidad o sostenibilidad; también exige eficiencia, practicidad y productos que encajen con su ritmo de vida". Una observación que explica perfectamente el éxito de las zonas de restauración en supermercados e hipermercados.
Evolución de los supermercados como espacios gastronómicos
Lo que comenzó como una simple zona de cafetería en algunos hipermercados se ha transformado en auténticos espacios gastronómicos con ofertas cada vez más elaboradas. Muchas cadenas han ampliado sus menús incluyendo opciones saludables, platos tradicionales e incluso propuestas gourmet, adaptándose así a un consumidor más exigente.
Esta evolución responde también a una estrategia comercial: retener al cliente más tiempo en el establecimiento. Los estudios de mercado indican que los consumidores que utilizan las zonas de restauración suelen realizar compras adicionales antes o después de comer, incrementando el ticket medio por visita.
Además, la pandemia ha jugado un papel relevante en esta tendencia. Las restricciones en hostelería durante 2020 y 2021 llevaron a muchos consumidores a descubrir estas alternativas, y un porcentaje significativo ha mantenido estos hábitos hasta 2025, consolidando el modelo.
¿Qué buscan los españoles al comer en el supermercado?
Las motivaciones para elegir un supermercado como lugar para comer son diversas. Según los expertos en consumo, el precio competitivo frente a la restauración tradicional es un factor determinante, especialmente en un contexto de inflación persistente que ha afectado el poder adquisitivo de muchas familias.
La ubicación estratégica de estos establecimientos, habitualmente en zonas comerciales o de fácil acceso, también juega a su favor. Para muchos trabajadores, supone una alternativa práctica durante la pausa para comer, evitando desplazamientos y optimizando el tiempo disponible.
No menos importante es la percepción de calidad y frescura. Al estar integradas en espacios donde se venden alimentos frescos, las zonas de restauración de supermercados generan confianza en el consumidor respecto al origen y manipulación de los productos utilizados.
Supermercados como espacios de socialización
Un aspecto menos evidente pero igualmente relevante es el componente social. Especialmente en poblaciones pequeñas o barrios residenciales, estos espacios se han convertido en puntos de encuentro habituales para diversos grupos demográficos: desde jubilados que acuden a desayunar, hasta estudiantes que aprovechan estos lugares como espacios de estudio con consumición incluida.
Esta dimensión social está siendo potenciada por algunas cadenas, que comienzan a organizar actividades complementarias como catas, presentaciones de productos o talleres culinarios en sus zonas de restauración, fomentando la fidelización y el sentido de comunidad entre sus clientes habituales.
Todo indica que este fenómeno continuará expandiéndose, redefiniendo no solo los hábitos alimentarios de los españoles, sino también el propio concepto de supermercado como espacio multifuncional adaptado a las necesidades de una sociedad en constante evolución.
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