Paraguay: Mimbres para superar la eterna barrera de octavos

PARAGUAY nunca pasó de octavos de final en un Mundial de fútbol, pero esta vez hay una confianza desbordante, basada en la nómina de jugadores, el cuerpo técnico y los rivales del Grupo F: Italia, Nueva Zelanda y Eslovaquia.

El impacto por la lesión de Salvador Cabañas, herido de bala en enero, en México, y el momento de Santa Cruz, que no termina de recuperarse de una lesión, no parecen mellar el optimismo de los paraguayos, que igualmente se ilusionan con el presente de Cardozo, delantero centro goleador del Benfica de Portugal, y de Nelson Haedo Valdez, del Borussia Dortmund alemán, además del recientemente nacionalizado Lucas Barrios.

El técnico argentino Gerardo Martino, que está al frente de la selección desde 2007, apuesta por la experiencia de jugadores como Justo Villar (Valladolid), Paulo da Silva (Sunderland), Antolín Alcaraz (Brujas) y Claudio Morel (Boca) y a jóvenes como Rodolfo Gamarra (Libertad) y Marcelo Estigarribia (Newell's Old Boys).

Ya no están figuras influyentes como el portero José Luis Chilavert, los zagueros Celso Ayala o Carlos Gamarra y delanteros como José Saturnino Cardozo, artillero histórico, con 25 goles en 82 presencias entre 1991 y 2006.

“Esta vez nos vemos favorecidos por el calendario y el plantel es más completo, más equilibrado en todas sus líneas, por eso será difícil que Paraguay no pase a octavos primero y después a cuartos", dijo Carlos Kiese, ex futbolista y entrenador, y actualmente ejerciendo el periodismo deportivo en su país.

Italia es el rival más difícil de la primera fase, aunque analistas y aficionados locales consideran que no se encuentra en su mejor momento, por lo cual lo respetan pero no lo temen.

Nueva Zelanda y Eslovaquia son “accesibles”, no porque sean más débiles, sino porque los niveles se han emparejado en el mundo y los paraguayos tienen mucha confianza en sus propias posibilidades, según coincide la prensa local.

El ambiente de entusiasmo que rodea a la selección paraguaya en el país es encomiable. La consigna es mirar para adelante con confianza, alimentando el convencimiento de que esta vez se puede llegar más lejos que los octavos, instancia alcanzada en los Mundiales de México 1986, Francia 1998 y Corea y Japón 2002.

Los dos primeros del Grupo F se enfrentarán en octavos con los clasificados del Grupo E, en el que están Holanda, Dinamarca, Camerún y Japón.

El defensa Antolín Alcaraz aseguró que “todo el país” los ve ya entre los ocho mejores. “Las esperanzas son muy grandes, porque para los medios de comunicación paraguayos nuestro grupo no es demasiado difícil y deberíamos pasar por detrás de Italia”, comentó.

“Siempre hay sorpresas en el Mundial, donde cada equipo clasificado es muy sólido, tenga o no un gran nombre. Definitivamente, habrá que poner a todos los adversarios sobre el mismo plano”, remató.

Éste será el octavo Mundial en el que participa Paraguay y el cuarto en forma consecutiva para una selección que dejó de considerar la clasificación como un éxito para convertirlo en una obligación.

Esta nueva cita planetaria asoma en el horizonte como un gran objetivo para marcar un nuevo hito que se sume a los mayores logros internacionales obtenidos hasta ahora a nivel de selecciones nacionales: la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y las Copas América de 1953 y de 1979. El actual equipo mantiene, sin duda, el derecho a soñar con batir la histórica barrera de octavos de final.