"Plantearse una destitución en este momento es malo"

Cinco partidos de Liga, más otros cinco europeos, es muy poco margen para tomar una decisión drástica. Éste es el resumen de lo que expresó José María del Nido en el programa Con las botas puestas, de Tele Sevilla. El presidente blanquirrojo no varió el discurso de sosiego ni tras la pésima dirección técnica de Unai Emery en Mestalla, y recalcó los condicionantes que se ha encontrado el técnico.

"Nada más que plantearse en este comienzo de campeonato, en este momento, la destitución del entrenador no es bueno para la entidad ni el equipo -afirmó de inicio-. Hay que tener la tranquilidad necesaria para saber lo que ha ocurrido, el plantel se ha estado configurando hasta ya comenzada la competición".

El dirigente recordó que ya advirtió de que no quería presión ni prisa para el equipo nuevo. "Dijimos que en dos o tres años queríamos hacer una verdadera revolución para cambiar el 70% u 80% del plantel y hemos cambiado más del 65% este verano con un esfuerzo titánico. Y las salidas al final, como la de Kondogbia al Mónaco, han provocado llegadas casi al final. El proyecto es a tres años y no hay que tener prisa ninguna". E inmediatamente, defendió la figura de Emery así: "Es el más importante que ha llegado el Sevilla, por pedigrí e historial, en 15 años".

Aun así, reconoció que ha habido decisiones del técnico difíciles de asumir. "Es verdad que hay decisiones que son incluso difíciles de explicar, pero cuando se toman, se toman con un sentido". Entonces, ¿qué le pide a Emery? "Que dé con la tecla, que elija a los mejores jugadores para sacarle el mayor rendimiento a la plantilla. Hay buen plantel, competitivo, pese a a las bajas, que son considerables", dijo. "Estoy convencido de que logrará los objetivos", remató para zanjar el tema.

También habló de su proceso judicial, volvió a mostrarse confiado en que lo sacará adelante y rechazó que un revés personal produzca un terremoto accionarial. "Sevillistas de Nervión tiene más del 30% de las acciones y está suficientemente instrumentalizado para que se autocontrole. Y sin esa sociedad no es posible dirigir al Sevilla. Hay que confiar en que detrás de ella hay cinco accionistas de acendrado sevillismo. Confiemos en que no va a pasar nada, pero en el supuesto hipotético de que pase lo que no queremos, el Sevilla tiene los mecanismos para una sucesión ordenada, y después la Junta General de Accionistas será la que tenga que definir los órganos de gobierno".