sevilla - celta · el rival

Entre costuras débiles

  • El Celta mantiene su premisa de que los medios justifican el fin pese a su delicada situación en la tabla. La valentía infinita puede condenar.

"El marcador puede reflejar o no la justicia", aseguraba Luis Enrique el pasado martes tras la derrota de su equipo ante el Barcelona en Balaídos. No siempre fue así, pero su conclusión refleja algunas de las sensaciones de este proyecto apoyado en un atrevimiento desmesurado y la firme idea de llevar la filosofía de toque y verticalidad hasta el final. Sin importar cómo será éste.

Cambió muchas perspectivas el Celta del presente curso respecto al anterior, casi todas impulsadas por la llegada del ex técnico de Roma y Barcelona B. Agarró la premisa de ser valiente y no la abandonará aunque los resultados sí lo hagan. Su Celta está en la zona baja, pero la presión ambiental incita a dar continuidad a una idea que da sus frutos en duelos concretos y condena a la frustración en otros tantos. Pensar que quizás había mimbres para soñar con cotas europeas parece ahora más utopía que realidad, aunque no será conformismo lo que prive a esta plantilla de metas más altas.

Sin balón

El Celta sabe ejercer una presión en líneas ofensivas que dificulta la salida del balón del rival. Sin embargo, su trabajo defensivo con las líneas más atrás es más sufrido y provoca que sus adversarios generen espacios con suma facilidad.

Sus centrales más usados muestran la intención del bloque. Fontás y Cabral, ambos aptos para sacar el balón jugado, sufren cuando no lo tienen y cuando deben correr demasiado hacia atrás. Los laterales son más ofensivos que defensivos, siendo Hugo Mallo una opción de romper las líneas enemigas por su factor sorpresa. La lesión de Aurtenetxe resta profundidad al carril zurdo, aunque Toni o Jonny suplen con trabajo su ausencia.

Los pivotes presionan, pero no son grandes armas recuperadoras. Si hay alguien que equilibre, es Borja Oubiña, aunque nunca perdió un perfil de tocador que le otorga roles algo abstractos.

Con balón

La verticalidad está presente en todo el amenazante sistema ofensivo del Celta. Si el técnico se atreve colocando a Álex López en el doble pivote junto a Oubiña, la capacidad para llegar al área contraria crece, aunque ceda control de la situación. La demostración ofensiva reflejada en el duelo ante el Málaga (0-5) llegó en gran medida por el entramado llegador de un equipo que suma muchos efectivos arriba.

Hay jugadores de muchas variantes por delante. Toque, velocidad y desborde suelen plasmar en el campo los elegidos para estas posiciones. Krohn-Dehli cede protagonismo pese a su visión de juego y Orellana mira poco a sus compañeros cuando sale. Rafinha y Nolito, sabedores de que su paso por el Barça B le otorgan ciertas garantías de comprender lo que quiere Luis Enrique, crecen con el paso de las jornadas.

Augusto Fernández colabora mucho con el centro del campo porque tiene valores diferentes a las otras piezas, siendo más consistente en sus asociaciones y menos individual.

En punta, Charles centra la atención por su brillo en este inicio liguero, pero otros como Santi Mina piden minutos con actuaciones llenas de talento.

Lo mejor

Se atreve con todo y con todos, siendo valiente en sus acciones.

Lo peor

Suele regalar los espacios cuando éstos también perjudican.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios