Como niños en el barro
xxxiiI cross de itálica
Medhin gana en Itálica superando en la última vuelta a Birech Chebet, campeona del mundo, triunfa en un día duro con mucho viento y lluvia
Dicen que en el deporte hay muchas supersticiones. Algunos dicen que son simples manías y en otros casos simples curiosidades que con el tiempo se han convertido en leyenda. En las ruinas romanas de Santiponce ya cayó esa maldición de Adriano por la que nadie ganaba tres veces la carrera cuando en 2007 el etíope Kenenisa Bekele acabó con el mito, aunque aún nadie lo ha conseguido de forma consecutiva. Teklemariam Medhin acabó con otro ayer con su incontestable triunfo en el XXXIII edición del Cross Internacional de Itálica, marcado por la lluvia, el viento y el barro. El eritreo venció al keniano Jairus Birech a pesar de que el viernes, durante la presentación, el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, le advirtió que quien coge el plato no gana. Pero la clase no entiende de malfarios o gafes infundados y el tercero en el último Mundial se adaptó a las terribles condiciones climatológicas para volar con su larga zancada tras dar el zarpazo a su rival en la última vuelta.
La lluvia que no paró de caer en toda la jornada hizo presagiar una carrera dura. Para colmo, el viento, tímido al inicio de la mañana, llegó con fuerza en la carrera popular larga para quedarse, obligando a los atletas a hacer un esfuerzo descomunal.
Medhin, sin embargo, convirtió ese factor en un aliado para convertirse en el primer eritreo en colocarse la corona de laurel. Estuvo a punto de hacerlo uno de sus ídolos como es Zersenay Tadesse en 2008, pero acabó segundo en un sprint memorable frente a Moses Kipsiro. Los éxitos de Tadesse, el primero de su país en ganar una medalla olímpica (bronce los 10.000 metros en Atenas 2004), empujaron a Medhin a tomarse en serio eso de correr. Y no se equivocó echando un ojo a su trayectoria y a lo que le queda por delante a sus 25 años.
Bien colocado siempre, dejó hacer a los demás. Paul Tanui, ganador en 2014, se vio con fuerzas y tiró desde el inicio de la prueba. Tenía ganas de dejarse ver el keniano, un punto rojo (por su camiseta) en un mar amarillo fosforito. La legión africana marcó las diferencias y pronto se destacaron cinco corredores en cabeza: Medhin, Birech, Tanui, Cheptegei y Toroitich. Este último, uno de los candidatos por la gran temporada de campo a través que está realizando en España, era otro de los favoritos, pero parece que se va quedando sin gasolina. Tras ganar en Soria, Alcobendas, Venta de Baños y Amorebieta, ya la semana pasada Medhin lo superó en Lasarte y ayer en Itálica no pudo con el resto de atletas ni con las duras condiciones del terreno y ambientales. El ugandés fue el primero en desconectarse en la cabeza justo en el momento en el que, por detrás, Javi Guerra, cuarto en maratón el pasado Europeo de Zúrich, cazaba a Toni Abadía para emprender un particular duelo por ser el primer español en cruzar bajo el arco del triunfo que hace de meta.
Fue entonces cuando Birech decidió apretar. La lluvia arreciaba con fuerza y sólo Medhin se fue tras sus zancadas en el barrizal que era el circuito. Quedaban dos vueltas y ya sabían que el triunfo se lo jugarían entre los dos. El keniano, líder mundial del ranking de cross con 22 años, se vio con fuerzas para tirar, mientras que el eritreo, más inteligente, se parapetó a su espalda para guardar energías. Ambos se lanzaron y comenzaron a doblar a corredores ya entrados en la última vuelta. Una gracia pensaría alguno, ya que por normativa los doblados tenían que abandonar pese a hacer frente durante 25 minutos al viento, el barro y la lluvia.
A poco más de un kilómetro para el final Medhin dio el zarpazo definitivo y entró en solitario en la meta (32.28, el peor registro en la historia de la prueba), con 11 segundos de ventaja sobre Birech y 22 sobre Toroitich, que se repuso en la recta final, mientras que el duelo nacional se lo llevó Guerra.
Menos historia tuvo la carrera internacional femenina, en la que la vigente campeona del mundo hizo buenas las quinielas para coronarse en Itálica. La keniana Emily Chebet aprovechó sin piedad la caída de su compatriota Mercy Cherono cuando ambas lideraban la prueba con una amplia ventaja sobre sus perseguidoras. Al tomar una curva cerrada, Cherono, que había roto antes la carrera con un cambio de ritmo, resbaló en la tercera vuelta (de cuatro), se fue al suelo y Chebet atacó con más fuerza para lanzarse en solitario hacia su primer triunfo en Itálica. El podio lo completó la atleta de Barhéin Mimi Belete, que no pudo a dar caza a una Cherono (ganadora en 2013) que aguantó con rabia la segunda posición.
En la carrera paralela, la nacionalizada española Trihas Gebre, que aguantó un tiempo con las africanas en cabeza, fue la mejor de las españolas firmando un meritorio quinto lugar (el año pasado fue cuarta actuando como etíope), por delante de Diana Martín, bronce en el Europeo de Zúrich en 3.000 obstáculos, que fue regulando desde el principio para acabar séptima. Y es que no entró al trapo del ritmo fuerte que impusieron las africanas desde el principio. La portuguesa Ribeiro y la británica Andrews eran, junto a Gebre, las únicas que aguantaron el tirón, aunque por poco tiempo.
La triatleta Sonia Bejarano intentó no perder comba con su amplia zancada, pero el ritmo que impuso Cherono acabó con cualquier resistencia. Salvo la de la doble campeona mundial, que al ver a su compatriota en el suelo no dudó en atacar para sentenciar su triunfo en la primera cita en la que se asomaba esta temporada al calendario español tras ganar dos pruebas en Polonia. Itálica no es Polonia, pero ayer las condiciones de frío, viento y lluvia hicieron sentir a alguno que no estaban en Sevilla. Otros, sin embargo, disfrutaron como niños jugando en el barro.
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