"Me quito el sombrero ante ti", dijo Del Nido
sevilla f.c.
Rodri no sale de la nube · "Ojalá pueda hacer algo parecido en la final", dice, aunque mantiene los pies en el suelo: "El fútbol cambia de un día para otro"
José María del Nido, José María Cruz, José Castro, Manuel Vizcaíno y Monchi aún deben estar soltando aire tras el fuerte resoplido de la noche del sábado. Ellos conforman el núcleo duro de la dirección del Sevilla, son los que manejan las cuentas y saben lo que había en juego en Almería. Por ello, el presidente del club no se cortó a la hora de felicitar en el vestuario a Rodri, el héroe que no deja de recibir mensajes de agradecimiento y cariño. "Entró en el vestuario a felicitarnos y me dijo: Me quito el sombrero ante ti". Lo relata este canterano de 19 años al que su padre le inculcó el fútbol en la faceta social, en la fe sevillista, y su madre en su faceta deportiva. "Mi padre nunca ha jugado al fútbol, de chico siempre era el portero. Y mi madre siempre dice que cuando era pequeña sí que jugaba al fútbol".
Pepe Ríos es un ingeniero de caminos que conoció a Blanca Lozano en Soria. De ambos nació Rodri en Cabrejas del Pinar, una pequeña localidad de la lejana provincia castellana, el 6 de junio de 1990. Su hermana, Rocío Ríos, fue la jugadora que metió el primer gol oficial del Sevilla femenino. Acaba de colgar las botas. Su hermano, Manu Ríos en las alineaciones, sigue jugando en el Tomares. "Yo jugaba en los infantiles de mi barrio y mi entrenador, Miguel Fernández, que para mí es como si fuera mi tío, habló con Pablo Blanco para que yo hiciera las pruebas en el Sevilla, y me quedé. Entré en el cadete andaluza; eso es con 15 años, ¿no?", dice dubitativo.
Lleva cinco años en la cantera del Sevilla y en Almería confirmó que es un futbolista milagro. Campeón en 2008 y 2009 de la Copa del Rey del equipo juvenil de Ramón Tejada, gran moldeador de talentos, fue artífice principal del último título, al marcar el gol que provocó la prórroga ante el Athletic, sobre la bocina, y el gol del triunfo. Tras la celebración, firmó su primer contrato profesional con el Sevilla por cinco temporadas. Y la semana pasada, el Sevilla Atlético encauzó la permanencia definitiva con otro gol suyo.
Nada comparable a ese gol en el minuto 93 que hizo estallar de júbilo a miles de sevillistas y que, de paso, les inyectó una incalculable porción de energía y ánimo a los que pelearán por la Copa del Rey frente al Atlético. ¿Vale su gol más que el de Forlán a cinco minutos del final de la prórroga en la Liga Europa? Unos 20 millones de euros puede garantizarse el Sevilla si se clasifica para la fase de grupos de la Champions y posteriormente pasa octavos, como este año. "No tenía ni idea de eso, me lo comentaron después", reconoce. Para él lo único importante es que cumplió el sueño de un canterano, aunque sí es consciente que tiene algo especial en las grandes citas: "Parece que se me dan bien los partidos importantes y las finales. Ojalá el miércoles pase algo parecido en la Copa". Sabe que primero tendrá que convencer a Álvarez para que lo cite entre los convocados, pero, con la expulsión de Negredo y con lo que formó en Almería, como para no llevárselo con los profesionales al Camp Nou...
De momento, Rodri intenta salir de la nube, aunque su móvil no deja de sonar. Todos quieren saber del héroe, felicitarlo, darle las gracias por la proeza. Pero, ¿cómo vivió el momento el protagonista? "Me volví lolo, ¿no visteis cómo fue la celebración? Me dijo Zokora que si marcaba tenía que hacer la voltereta y me salió sola. Cuando estaba tirado en el césped se me pasó de todo por la cabeza". Y se le echó en lo alto todo el Sevilla. Palop parecía regañarle al oído por la rabia con que le hablaba: "Me dijo de todo. Cuando estaba abrazado a mí no paraba de decirme: 'tú no sabes lo que has hecho, tú no lo sabes, ni te lo imaginas'. Y la verdad es que todavía me cuesta asimilarlo".
Aún en el remolino de las sensaciones, Rodri tiene un momento para el realismo: "Esto siempre te abre puertas, porque marcar un gol así... Pero el fútbol es complicado. Esto sólo es un gol, yo no he hecho nada todavía y tengo que seguir trabajando mucho. Parece que las cosas están de cara ahora, pero el fútbol cambia de un día para otro".
Tras el gol, se fundió en un sentido abrazo con Luna, debutante con el primer equipo que también ganó la Copa del Rey de juveniles. "Era su primer partido con el Sevilla y yo creo que lo hizo todo muy bien". Pero el debut de este prometedor lateral zurdo hubiera quedado en anécdota sin ese gol para la épica. Por cierto, fue un golazo de este menudo acróbata del fútbol. "No sé cómo lo hice, vi que podía llegar, metí la pierna y vi dentro el balón". Pues sí, la bola entró.
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