Ni tirar a puerta siquiera (1-0)

Espanyol-sevilla

El Sevilla tuvo el balón en Cornellá pero no supo muy bien qué hacer con él. El Espanyol se la jugaba y eso le bastó. Pareja jugó un año después.

Ni tirar a puerta siquiera (1-0)
Ni tirar a puerta siquiera (1-0)
J. Ollero

01 de mayo 2016 - 15:39

Ya ni sorprende que el Sevilla siga sin ganar fuera de casa (18 partidos seguidos de Liga sin ganar fuera) y casi tampoco que ni siquiera rasque un empate cuando el rival tiene urgencias y el equipo podía dedicar su atención a manejar el partido adecuadamente. En parte lo hizo el Sevilla, pues rozó el 60% de posesión, pero no fue capaz de tirar entre los tres palos y así es el imposible de los imposibles.

Presentó Emery ante el Espanyol un equipo con Sergio Rico como único titular con toda la lógica, pues el jueves hay una final europea en juego y el volumen de soldados disponibles escasea en algunos puestos. Hasta siete titulares fuera de la lista (Rami, Carriço, Escudero -Tremoulinas tampoco-, Krychowiak, Vitolo, Banega y Gameiro) y tres canteranos de salida (Matos, Cotán y Curro) más Fazio o Diogo.

Lo único positivo de un partido insípido para el Sevilla fue el regreso de Nico Pareja, lesionado hace más de un año en San Petersburgo y que sustituyó a Kolo en el descanso. Y lo único parecido a una ocasión fue un balón largo al espacio que persiguió Llorente para plantarse ante Pau, si bien Duarte cortó justo cuando el riojano iba a acomodar el cuerpo oara encarar al portero.

Fue definitorio del triste momento de Llorente -inoperativo a todas luces en este momento, al igual por cierto que Juan Muñoz- premonitorio del resultado del partido, pues un minuto y poco después un tirazo de Asensio lo desvía Rico lo justo para que no entre, pero tras dar en el palo y en la espalda del portero queda franco para que Caicedo marque y traslade al Sevilla a la intrascendencia más total.

A la contral el Espanyol pudo hacer más daño con hasta 9 tiros a puerta (por 0 del Sevilla), y si el segundo tiempo empezó con un cabezazo de Víctor Sánchez al palo a un cuarto de hora del final una triple ocasión bien pudo suponer el segundo gol local, con Rico salvando ante Hernán Pérez y de nuevo el palo evitando el tanto de Gerard Moreno.

La tensión final, absurda, se comió los últimos minutos y ya sólo San Mamés, que no es cualquier cosa pero que ya cayó en Europa, puede evitar que el Sevilla culmine un campeonato completo sin ganar como visitante. Aunque no tendrá mayor trascedencia si el jueves se amarra otra final y opta a dos títulos en la tercera semana de mayo.

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