Los clústeres marítimos reclaman un plan estratégico de economía azul nacional

La sostenibilidad y la competitividad, respondidas desde la innovación, se presentan como los principales desafíos de estos sectores productivos

Javier Garat, presidente del Clúster Marítimo Español, en Blue Zone Forum Navalia 2025. / Zona Franca
Amaya Lanceta

Cádiz, 25 de septiembre 2025 - 20:30

Los clústeres marítimos de España reclaman al Gobierno un plan estratégico de economía azul nacional para aprovechar su "posición privilegiada para liderar" estas actividades económicas: el turismo de mar, la explotación de recursos marítimos vivos, las actividades portuarias, la construcción y reparación naval, el transporte marítimo, la extracción de recursos del suelo marino y la salinización, con subsectores como seguridad y defensa y energía azul. "O lo desarrollamos o no aprovecharemos la oportunidad", advierte Iolanda Piedra, presidenta del clúster marítimo de las Islas Baleares, una de las participantes en la mesa redonda sobre economía azul desde la visión de los clústeres programada en el Blue Zone Forum Navalia 2025 que se desarrolla en Cádiz.

"Nos jugamos la prosperidad". El presidente del Clúster Marítimo Español, Javier Garat, se refiere a esa necesidad de que España declare a la economía azul como un sector estratégico, y establezca una estrategia nacional. Los números refrendan el peso de estas actividades para la economía y sociedad españolas: en la Unión Europea genera 3,59 millones de empleos y 623.000 millones de euros; en España aporta un valor añadido bruto (VAB) de en torno 21.277 millones y suma más de 625.000 empleos. "Son datos de 2023", matiza Garat, que estima que los puestos de trabajo pueden alcanzar ya los 900.000. Hasta ahora, son las comunidades autónomas las que han ido dando pasos para crear sus propias estrategias.

En un manifiesto -auspiciado también por el clúster canario- firmado hace unos meses por las distintas entidades de esta índole del territorio español exigían ese planteamiento de la economía azul como estratégica. El documento consta de un decálogo en el que también se demanda una estrategia española y la participación de las regiones. Hace falta, entienden desde el sector, un plan de inversiones, es decir la movilización de fondos públicos y privados para garantizar la financiación. La actualización de datos, la potenciación de la cultura marítima, la formación especializada, el impulso de la I+D marina, la digitalización y la tecnología azul, la internacionalización y la regulación eficaz. "Es fundamental que la Unión Europea haga una normativa simplificada, elimine burocracia", apunta el presidente del clúster español.

Javier Noriega, presidente del Clúster Marítimo de Andalucía, uno de los invitados de la mesa redonda, resalta el "papel relevante" de Andalucía en economía azul. La región cuenta con 9 puertos de interés general, integra dos culturas marítimas -atlántica y mediterránea-, tiene un diagnóstico del sector auspiciado por la Junta de Andalucía y ocupa un lugar estratégico como puerta al Mediterráneo y a África.

También posiciona el peso de la economía azul para su región, las Islas Baleares, Iolanda Piedra, que asume que el PIB de su territorio depende del sector turístico y del puerto casi al completo. "No sé si hay algo que no sea economía azul", añade. Por eso, considera importante esta petición de una estrategia común nacional, que evite la descoordinación entre las comunidades y sus estrategias propias, porque "no vamos a llegar a ningún lado". "Estimamos que al menos 11 ministerios están vinculados a la economía azul, por eso planteábamos un ministerio propio, pero tras ver la experiencia de otros países, defendemos que exista una vicepresidencia económica del Gobierno que coordine a esos diferentes ministerios", menciona Garat.

Desafíos de la economía azul

La directora del Centro Tecnológico Naval y del Mar, Noelia Ortega, expone las dos cuestiones que se presentan como los principales desafíos de la economía azul: la sostenibilidad y la competitividad. "Estamos en proceso de descarbonización, hay que hacer frente a la normativa y eso tenemos que hacerlo desde la innovación", comenta. Esa innovación, además, no supone solo reaccionar, aclara, sino que puede beneficiar en el plano de la competitividad. El problema de la falta de profesionales, de falta de vocación para dedicarse a actividades vinculadas al mar, puede compensarse con la aplicación de las nuevas tecnologías. "Debe ayudar al cambio de mentalidad, a atraer el talento", entiende.

Nuevo marco de financiación europeo

Algunas de las actividades de la economía azul también pueden verse afectadas por el nuevo marco de financiación que debate Europa. Aunque la filosofía general de los cambios pueden entenderse, admite la presidente del clúster balear, por referirse a la competitividad, a la mejora exterior, a una mejor inversión, a cuestiones de seguridad o a la simplificación de trámites, el problema radica en la "fusión de programas" que se plantean. Para incrementar el presupuesto del programa de seguridad y defensa, se quiere recortar otros. "Y España va a sufrir, con la pesca para la que se plantea una reducción que creo inhumana". Por eso aboga por una alianza de clústeres que defiende que "hay sectores que no se pueden tocar".

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