Tesla niega buscar sustituto para Musk, que reduce su papel en el Gobierno de Trump

Tesla ha desmentido categóricamente las informaciones que apuntaban a que la compañía está buscando un reemplazo para Elon Musk como consejero delegado. La presidenta de la junta directiva, Robyn Denholm, calificó estas noticias como "totalmente falsas" a través de un comunicado publicado en la red social X.

"Un informe periodístico afirmó erróneamente que la Junta Directiva de Tesla había contactado con empresas de reclutamiento para iniciar la búsqueda de un CEO en la compañía. Eso es totalmente falso", indicó Denholm, añadiendo que "Elon Musk es el CEO de Tesla y la Junta confía plenamente en su capacidad para seguir ejecutando el prometedor plan de crecimiento que se avecina".

El desmentido responde a una información publicada por The Wall Street Journal que, citando fuentes cercanas a las discusiones, aseguraba que altos cargos de Tesla habrían contactado con varios reclutadores para iniciar un "proceso formal para encontrar al próximo director ejecutivo". En estos momentos, Elon Musk posee el 12,8% del capital social de Tesla.

Crisis financiera en Tesla

La polémica surge en un momento complicado para la empresa de vehículos eléctricos. Tesla anunció recientemente que sus beneficios netos se desplomaron un 71% en el primer trimestre de 2025, quedando reducidos a 409 millones de dólares tras una caída del 20% en sus ingresos.

La compañía se enfrenta a una creciente competencia de otros fabricantes, especialmente chinos, que ha provocado una reducción de su cuota de mercado en países clave. Analistas del sector atribuyen parte de estos problemas a la pérdida de popularidad de Musk y a la desconfianza generada entre los inversores por su implicación política.

Musk reduce su papel en el Gobierno de Trump

En este contexto de dificultades empresariales, Musk anunció el pasado 22 de abril que a partir de mayo reduciría drásticamente el tiempo que dedica al controvertido Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que lidera el esfuerzo de la Administración Trump para reducir el gasto y el tamaño del gobierno federal.

El magnate sudafricano, que ha sido una figura omnipresente en la Casa Blanca durante los primeros 100 días del segundo mandato de Trump, explicó que necesita centrarse nuevamente en la gestión de Tesla. Según declaraciones oficiales, Musk reducirá su presencia en Washington a "un día o dos a la semana", aunque ha dejado claro que está dispuesto a seguir implicado "durante el resto del mandato".

El polémico paso de Musk por Washington

El papel de Musk en el Gobierno de Trump ha estado marcado por la controversia desde el principio. Al frente del DOGE, implementó medidas drásticas como el desmantelamiento parcial de la agencia Usaid -que canaliza casi un 40% de la ayuda humanitaria global-, congeló millones de dólares en programas federales y promovió despidos masivos de empleados públicos.

El estilo agresivo del empresario no tardó en generar tensiones dentro del propio gabinete de Trump, derivando en enfrentamientos con secretarios como Marco Rubio (Estado) y Scott Bessent (Tesoro). Estas disputas llevaron al propio presidente a sugerir a Musk que implementara sus planes "con bisturí y no con un hacha".

La guerra arancelaria de Trump abrió una brecha entre las identidades política y empresarial de Musk, que se vio obligado a oponerse, sin éxito, a una contienda comercial profundamente perjudicial para Tesla.

Mientras, el tirón político de Musk se veía mermado por su fracasada campaña para instalar a un candidato republicano en el Supremo estatal de Wisconsin, y su popularidad caía en picado. El golpe de gracia llegó cuando las protestas y sabotajes a los concesionarios de Tesla dieron paso a un batacazo en las ventas de la compañía.

Resultados cuestionados y futuro incierto

Aunque Musk prometió suprimir entre 1 y 2 billones de dólares del presupuesto federal, el DOGE solo ha informado hasta ahora de 160.000 millones en recortes, una cifra que diversos análisis independientes consideran inflada.

A pesar de estos resultados cuestionados, Trump ha defendido públicamente la labor del magnate. "Es una gran persona y nos ha ayudado mucho. Ya saben: nos ha ahorrado 150.000 millones de dólares en despilfarro, fraude y abusos", comentó el republicano en un reciente mitin. "Es un tipo increíble, un gran estadounidense, ama a nuestro país y ha pagado un alto precio por ayudar, pero tengo el presentimiento de que va a terminar siendo bueno para él".

En la reunión del gabinete para celebrar los primeros 100 días de su retorno al poder, Trump también dedicó palabras de elogio a Musk: "Te han tratado injustamente, es una vergüenza lo que le han hecho, pero la gran mayoría de la gente en este país te respeta y te aprecia de verdad. Estás invitado a quedarte todo el tiempo que quieras. En algún momento, supongo, querrás volver a casa... a tus vehículos".

Más allá de su papel oficial, Musk sigue siendo el mayor donante político de EEUU, un factor que, según los analistas, promete preservar su influencia en el partido republicano y en la administración Trump, incluso si su presencia física en Washington disminuye.