Takahiro Nakamae: "España sigue siendo encantadora"

Diplomático

Takahiro Nakamae, embajador de Japón en España. / Juan Carlos Muñoz

SAYONARA, EMBAJADOR. Uno se queda embobado escuchando las maravillas de España que cuenta Takahiro Nakamae (Hiroshima, 1960). El embajador japonés en nuestro país se jubila en unos días después de 40 años de carrera diplomática, buena parte de la cual dedicó a las relaciones con América Latina y el Caribe. En el 86 vino a nuestro país por primera y el idilio ha ido a más.

Pregunta.–Han pasado casi 40 años desde su primera visita a España. ¿Nota el cambio a mejor?

Respuesta.–Era 1986, una España de pesetas y se acababa de integrar a Europa y a la OTAN. España sigue siendo encantadora, por su historia, paisajes, cultura, gastronomía, su gente... Y sí, se nota mucho cambio: se ha internacionalizado el turismo, el desarrollo de los cascos históricos, han mejorado las carreteras, los trenes... Me llama la atención que los españoles van mucho a Japón y la mayoría hablan muy bien. Ah, en el 86 era un atrevimiento enorme invitar a mis amigos a uno de los cuatro restaurantes japoneses de Madrid y hoy hay uno en cada rincón.

P.–¿Es conocida la aventura de Hasekura Tsunenaga, el samurái que fundó la comunidad japonesa de Coria del Río?

R.–Fue una misión del siglo XVII y marcó un inicio de una larga historia de relaciones hermosas entre Japón y Sevilla, incluso contamos con un cónsul general honorario con apellido Japón...

P.–Y de segundo Sevilla [ex árbitro de fútbol]...

R.–No podía ser otro. Con Coria del Río tenemos maravillosas relaciones, he ido varias veces. Estuve con la hermandad en El Rocío.

P.–¿Y qué tal?

R.–Una experiencia inolvidable. Este año se celebra la Exposición Universal en Osaka y el pabellón de España es uno de los más populares; el tema es kuroshio, la corriente marítima que llevaba a los galeones de Filipinas a Nueva España. Ahí comenzaron los contactos entre españoles y japoneses. Tenemos muchos vínculos y Coria es un símbolo.

P.–Pregonero del cocido de Lalín, está a un paso de emular al 'Niño del Sol Naciente', el único matador de toros japonés.

R.–Me gusta más estar detrás de la barrera comiendo cocido...

P.–Con la pasión al flamenco en su país, ¿cree que hay mejores cantaores y bailaores allí que en Andalucía?

R.–Todo el mundo sabe que somos muy aficionados y hay muchísimas escuelas, pero nunca alcanzaremos el nivel de los españoles ni de los andaluces.

P.–¿Es cierto que los japoneses hacen cola hasta para hacer cola?

R.–Es una manera de poner todo en orden porque somos muchos. Pero no es sólo en Japón. He vivido en muchos países y mucha gente sabe hacer cola.

P.–Allí la puntualidad de los trenes es mítica. ¿Cómo lleva la experiencia de subirse a un AVE?

R.–El mío ha llegado a tiempo hoy. Me encanta viajar en tren, tanto en el rápido como en el convencional para disfrutar de los paisajes.

P.–¿Su protocolo exige la reverencia en el saludo como cuando estás ante los Reyes o es cosas de las películas?

R.–Es costumbre. Desde hace siglos nos saludamos con una reverencia, agachándonos, es nuestra manera de hacerlo, como ustedes con dos besos.

P.–Allí no hay besos.

R.–No en ese sentido.

P.–¿Qué se vive con más fervor la Semana Santa andaluza o un matsuri?

R.–Disfruté de la Semana Santa en Málaga. Dicen que son muy diferentes las de Andalucía a las del norte. La diversidad me encanta, es una muestra de que España igual que avanza modernizándose, conserva lo más fundamental, la raíz cultural.

P.–Como Japón, más avanzado que España pero muy tradicional.

R.–El mundo está muy globalizado y cada país tiene que adaptarse, pero siempre manteniendo la cultura original, es lo bonito.

P.–Javier Ruibal canta 'La geisha gitana', el colmo de la fusión cultural hispano-japonesa. ¡Se merece una medalla!

R.–No la conocía pero hay varias canciones sobre mi país. Cuando llegué Mecano tenía un tema titulado Japón, muy original. Me gusta que a los artistas de aquí les interese nuestra manera de ser.

P.–Todo el mundo va a Japón y a mí no me gusta el sushi, señor embajador...

R.–No se preocupe, le aseguro que puede pasar cuatro semanas sin tener que comer ni una pieza de sushi. No es una comida de diario. Yo paso dos o tres meses sin probarlo. Es para festejos. Ustedes no comen paella a diario.

P.–Ni jamón serrano...

R.–Sería un lujo.

P.–Se hizo una foto tomando chocolate con churros. Muy castiza pero la próxima vez no se vista con una camisa blanca.

R.–No, me quedo con la camisa blanca con muchas manchas... Me queda muy bien la camisa blanca, particularmente en España… ¿Conoce 'España camisa blanca' de Ana Belén?

P.–Claro.

R.–Hermosísima. La pongo siempre en el coche. Soy mucho de camisa blanca.

P.–El ministro Cuerpo se lanzó a hablar japonés en Tokio. ¿Mejor que se dedique a las cuentas o no se le da mal?

R.–Nos sorprendió.

P.–¿Para bien o para mal?

R.–Para bien. Lo aprendió de forma autodidacta en Londres. Con el ministro he hablado varias veces y estamos muy agradecidos por su compromiso en afianzar nuestras relaciones económicas. Los dos países tenemos muchas áreas que explorar, mucho potencial.

P.–No es muy futbolero, así que no elegirá entre Oliver y Benji...

R.–Lo siento, no lo soy. Para mí no son Oliver y Benji sino Captain Tsubasa y Wakabayashi. Tuvieron mucha acogida en todo el mundo y me da mucho placer poder compartir los valores que expresan estos dibujos.

P.–Dígame su sitio favorito de Andalucía.

R.–He estado en Sevilla, Málaga, Cádiz, Granada, Córdoba... Salobreña es bellísimo. Andalucía está llena de encantos.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Elsa Punset | Licenciada en Filosofía y Letras y divulgadora.

“Las emociones se contagian como virus”

Lo último