La Feria de Sevilla hasta que el cuerpo aguante
Por el real paseó Jeremy Irons en coche de caballo y se pudo ver a Nieves Álvarez, Paco Tous o al príncipe de Venecia y Piamonte Manuel Filiberto de Saboya
Tussam registra un 32,5% de viajeros más que el último Lunes del Pescaíto y un 14,3% más que el inicio de 2024
Todos los caminos llevan al real pero todas las miradas también. Los sevillanos han cogido el martes con toda la fuerza y las ganas del mundo. Hasta que el cuerpo aguante es la frase más repetida: “Venimos a comer y hasta que el cuerpo aguante. Ventajas de ser víspera de festivo”. Otra de las conversaciones en las casetas es el número de socios que no fue a la cena del pescaito. Inconvenientes de ser día laborable.
Por Gitanillo de Triana han bautizado a este martes, con cierta guasa, como martes de pescaito. Muchos aprovecharon para tener el primer almuerzo de amigos o de familia, o viceversa. Se afianza la feria de tarde incluido en el paseo de caballos, que estuvo más concurrido a última hora de la tarde. Para hoy el paseo será todo un espectáculo porque se podrá ver a todos los particpantes en la Exhibición de Enganches, que se celebra hoy tras haberse aplazado el pasado domingo por la lluvia.
La Feria afronta su primera mañana con todo lleno de color y luz. El cielo se ha comportado y ha regalado un azul celeste festoneado de nubes blancas. Está claro que ha estrenado traje de lunares.
Sigue la tendencia de la Feria de tarde. El grueso del público llegó pasadas las seis de la tarde en oleadas que hacían que la calle Asunción se quedara pequeña. La Feria empieza en los balcones de la calle Asunción con las letras de las canciones: “Dice que tus esquinas las ronda el viento”. Esta semana la Feria gana. Algunas profesionales que tienen que estar al pie del cañón no renuncian a su traje de flamenca y van a las reuniones perfectamente ataviadas para compaginar trabajo y fiesta como solo se sabe hacer aquí. Conciliación de volantes, lunares y flores en la cabeza.
Una fiesta que no se quiere perder nadie, si el año pasado el alcalde recibía en la caseta municipal a Ron Perlman, quien se paseó ayer por el real fue Jeremy Irons, que fue recibido en la caseta municipal por el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz. Era la cuarta vez que el actor visitaba Sevilla y la primera en que acudía a la Feria, que recorrió en coche de caballos. Fue invitado por el alcalde cuando estuvo en la ciudad como miembro del jurado en el Festival de Cine Europeo de Sevilla y no se lo pensó. Aquí se presentó el martes de Feria con su sombrero tocado por un clavel, una levita negra, un pañuelo rojizo anudado al cuello y unas botas altas.
Muy elegante se pudo ver por las calles del real a Nieves Álvarez. Un kimono de gasa en blanco roto con lunares negros que es tendencia este año, de Pedro del Hierro combinados con unos pantalones negros pitillo y un bolso amarillo. “Tengo mucho respeto por vuestro traje de flamenca, que tan bien sabéis llevar todas y quería venir a la Feria acorde, por eso escogí este diseño”, explicó la modelo. También estuvo por la Feria Manuel Filiberto de Saboya, que estuvo comiendo en la caseta del Aero.
El actor Paco Tous también paseó por la calle Juan Belmonte, donde recogió uno de los premios de los claveles de la prensa. También fueron reconocidos la mecenas Cristina Heeren y el guitarrista Emilio Fernández Caracafé. La cantante India Martínez también pisó el albero de la Feria.
Porque en el primer día de Feria todos querían organizar la recepción a los diferentes sectores sociales. Fue un continuo ir y venir a diferentes casetas porque la Feria es también el momento ideal para entablar conversaciones y conocer mejor con los que a lo largo del año se suele trabajar codo con codo.
Pero más allá de la vertiente de encuentros sociales, la Feria es la fiesta de la luz y el color. En la pasarela del real sigue siendo todo un acierto el rojo con lunares blancos, aunque van ganando terreno los colores lisos, una opción que permite resultados diferentes variando solo el mantoncillo y las flores.
Hay quien se estrena en el albero del real, Roberto, a su cuarenta años es la primera vez que visita la Feria. Muy diferente de la de su Málaga natal, pero se ha ambientado en seguida y se ha colocado el pin de la portada en el ojal. Igual que ha hecho Jeremy Irons con el broche de la portada que le ha entregado el alcalde en la caseta municipal. Este año el pin de la portada está en clara competencia con los de farolillos de distintos colores y lunares. Los ojales de las chaquetas de ellos quieren sumarse al colorido de la fiesta sea como sea, más allá de las corbatas.
Muy animada la caseta de San Esteban, en la calle Antonio Bienvenida, especialmente por la presencia de muchos niños. Uno de ellos, Oliver, estrenaba traje corto en tono albero y no perdía un detalle de la caseta. La fiesta se vive desde pequeño, por eso se echa de menos cuando estás fuera y buscas cómo volver. “He venido desde Francia pero me vuelvo mañana, solo he podido disfrutar hoy de la Feria porque nada más que he podido coger dos días de mis vacaciones”, explicó Alberto, que lamentó que la Feria no tuviera un fin de semana.
Al contrario de lo que pasó en la cena del pescaíto, con menos participación que otros años, anoche no cabía un alfiler (ni un imperdible para el mantón) en el real. Incluso hubo quien aprovechó que los padres se retiraban pasadas las diez de la noche para ocupar la mesa con sus amigos. Desde el año 2016 la Feria no comenzaba un martes. Al final, lo único que no cambia son las ganas de Feria desde el primer día.
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