Jurado Popular

Condenado a 29 años de cárcel el hombre que asesinó y quemó a una mujer en la Cruz Roja

La mujer hallada muerta en el incendio de una vivienda junto a la Cruz Roja fue estrangulada / M.G.

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a un total de 29 años de cárcel a Jorge A. G. por la muerte de Rosalía G. L., una mujer a la que quemó después de haber estrangulado en un domicilio de la zona de la Cruz Roja de la ciudad. En concreto, la sentencia, contra la que cabe recurso ante el TSJA, ha condenado al acusado a 23 años de prisión por un delito de asesinato; cinco años más de cárcel por un delito de robo con violencia con la agravante de reincidencia; más un año de prisión por un delito de daños mediante incendio, y el pago de una multa de 540 euros por un delito leve  de estafa.

Tal y como solicitaba la acusación particular, ejercida por el letrado Alejandro Gómez de Luna, tendrá que indemnizar con 100.000 euros a la hija de la víctima en concepto de daño moral y con 195,29 euros por los reintegros realizados con la tarjeta de la víctima, cuando ésta ya estaba muerta. Además, al propietario de la vivienda tendrá que pagarle 10.536,60 euros por los daños materiales causados por el incendio.

El jurado popular que enjuició el caso emitió un veredicto consideró todos los hechos probados por unanimidad y es que el propio acusado, Jorge A. G. reconoció haber estado en el domicilio y robarle la cartera, los móviles, el ordenador y una pequeña lámpara led.

Según la sentencia, Jorge A. G. contactó con la víctima la tarde del 20 de julio de 2020 después de intentarlo con otras mujeres que se anunciaban en la página de contactos Pasion.com. Para ello, fue determinante que Rosalía ofreciera "ambiente discreto" porque el acusado "tenía el propósito de mantener relaciones sexuales y apoderarse de lo que hubiera de valor". De hecho, la mujer era extremadamente prudente y solo daba la dirección exacta mediante wasap cuando el cliente estaba cerca del domicilio.

Una vez que llegó a la vivienda, la mujer le pidió que se duchara antes de realizar el acto sexual concertado y le ofreció una toalla naranja para secarse, prenda que llevaba en la mochila el acusado cuando fue detenido y que ha sido objeto de varias intervenciones durante el juicio. Cuando el acusado salió del baño, se encontró a la mujer echada en la cama con la parte inferior del cuerpo desnuda, momento que Jorge A. G. "con intención de acabar con su vida y apropiarse de los objetos de valor que había en la casa", aprovechó para inmovilizar a la víctima y presionándola con la toalla mientras hacía fuerza con su cuerpo para reternerla, la estranguló.

Cuando ya estaba muerta, Jorge cogió los dos móviles, la cartera con la tarjeta de crédito y el ordenador y "para eliminar cualquier vestigio biológico guardó la toalla en la mochila y prendió fuego a la casa, provocando un incendio que se propagó al colchón donde yacía el cadáver" con la intención de eliminar cualquier vestigio que le inculpara.  El el acusado utilizó la tarjeta de la víctima hasta en 16 ocasiones hasta que fue detenido al día siguiente de encontrar el cuerpo.

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