Caso Aznalcóllar

Emerita, la denunciante de Aznalcóllar, expulsada de otro proyecto minero en Extremadura

  • La Junta de Extremadura ha acordado la "cancelación de la inscripción" de la concesión en Las Morras después de que la empresa no aportara la documentación requerida

Dos jóvenes en la corta minera de Aznalcóllar

Dos jóvenes en la corta minera de Aznalcóllar / Antonio Pizarro

La empresa Emerita Resources, perdedora del concurso para la reapertura de la mina de Aznalcóllar y que mantiene una denuncia por supuestas irregularidades en la adjudicación del concurso a Minorbis, ha sido expulsada de otro proyecto minero, en esta ocasión, para la extracción de oro en Las Morras, en la provincia de Badajoz. Esta expulsión se ha conocido cuando la juez de Instrucción número 3 de Sevilla continúa practicando diligencias en torno a la denuncia de Emerita por el concurso de Aznalcóllar, después de que la Audiencia de Sevilla ordenase reabrir por segunda vez una investigación que fue archivada por la juez con el apoyo de la Fiscalía

La presencia de Emerita en Extremadura se remonta al 27 de septiembre de 2010, cuando el número 2 de Forbes&Manhattan, David Gower, solicitó un permiso de investigación para una superficie de 230 cuadrículas mineras, en los términos municipales de Casas de Don Pedro y Talarrubias, por un periodo de tres años y con el nombre de Las Morras. La Junta de Extremadura concedió el permiso el 17 de abril de 2012 para todos los recursos mineros de la sección C, en especial oro, por un periodo de tres años y autorizando su plan de restauración.

Forbes&Manhattan dio "el pase" de este permiso de investigación el 27 de febrero de 2013 a la empresa Lorica Gold Unipersonal, que posteriormente cambió su denominación a Emerita Resources España (Forbes&Manhattan tenía entonces un porcentaje minoritario en Emerita, de alrededor del 13%), y poco antes de que expirase el permiso, en marzo de 2015, Emerita solicitó una prórroga por otros dos años. Y en enero de 2019, el representante de esta empresa, Joaquín Merino, pidió otras dos concesiones de explotación derivadas del permiso de investigación denominado Las Morras, sobre una superficie de 50 y 40 cuadrículas mineras, respectivamente.

La Junta de Extremadura ha puesto ahora fin a la presencia de Emerita después de una década en la que, según fuentes del caso, únicamente se habrían desarrollado "actuaciones especulativas" sin explotar ningún mineral y frustrando cualquier expectativa de creación de riqueza y empleo en la región, precisan estas fuentes.

El jefe de servicio de Ordenación Industrial, Energética y Minera de la dirección general de Industria, Energía y Minas de la Junta de Extremadura acuerda en una resolución dictada el 7 de enero pasado, a la que ha tenido acceso este periódico, la "terminación del expediente y cancelación de la inscripción" de la solicitud de concesión derivada de la explotación denominada Las Morras, fracción primera, con una superficie de 50 cuadrículas mineras para la explotación de  oro.

En la resolución se pone de manifiesto que el 17 de abril de 2019 Emerita Resources presentó proyecto de explotación de la concesión derivada de la explotación solicitada y el 26 de agosto le fue requerida a la empresa "diversa documentación para continuar con la tramitación de la concesión derivada de la explotación Las Morras fracción 1". Se le concedió un plazo de 15 días para la presentación de los documentos y, ante la falta de su aportación, el 9 de octubre, se le volvió a notificar a Emerita la petición de la documentación "con objeto de continuar con la tramitación de su solicitud", dándole otros 10 días e informando a la sociedad de que en el caso de "no dar cumplimiento a lo requerido, se entenderá desistido de su solicitud, procediéndose a la cancelación de la inscripción y archivo del expediente sin más trámite". Y esto es lo que finalmente ha ocurrido, dado que al no haber presentado la documentación, la Junta de Extremadura ha dado por desistida a Emerita en este proyecto.

Otra renuncia en Cantabria

La expulsión de la explotación en Extremadura se suma a otros fracasos recientes, como el que se ha producido en Cantabria, donde Emerita ganó el concurso promovido por el Gobierno de Cantabria para la reapertura de la mina de zinc de Reocín. Según la prensa cántabra, cuando estaba apunto de expirar el plazo para llevar a cabo el proyecto de investigación al que se comprometió en el proyecto, el proyecto tampoco ha salido adelante.

Así, de los 60.000 m2 en los que se comprometieron a llevar a cabo los trabajos de investigación, apenas han investigado 5.000 y, de 17 millones para la fase de investigación, la inversión real ha sido de en torno un millón que ha sido sufragado por socios locales.

Otro proyecto fallido de Emerita tuvo lugar en el Principado de Asturias, donde en 2014 se solicitó permiso de investigación para la explotación "Marina", de cobre, oro y plata. El Gobierno del Principado le otorgó el permiso, pero Emerita renunció al mismo al no hacer frente a la fianza de 12.800 euros que establece la Ley de Minas, todo ello a pesar de las prórrogas que le fueron concedidas. En julio de 2015, no habiéndose constituido la fianza, la administración asturiana rescindió los derechos de explotación.

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