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BYD y CATL quieren usar baterías de sodio antes de final de año

BYD y CATL quieren usar baterías de sodio antes de final de año

BYD y CATL quieren usar baterías de sodio antes de final de año

CATL y BYD están trabajando en el desarrollo de baterías de iones de sodio que se adapten a los requerimientos de los modelos eléctricos actuales. La intención de ambas compañías de origen chino es que coches de producción incorporen esta química antes de final de este 2023. Inicialmente, podría tratarse de un híbrido entre las habitualmente utilizadas de iones de litio y las de iones de sodio.

CATL llevaría esas baterías a la nueva marca de iCar del grupo Chery y que se lanzará en el cuarto trimestre de este año. Uno de los coches que podrían incorporar estas nuevas baterías el 03, un SUV de 4,2 metros que fue presentado simultáneamente al GT, un deportivo, en el último Auto Shanghai.

BYD, un fabricante de coches pero también de baterías y especializada en las de litio ferrofosfato, también estaría estudiando usar baterías mixtas de sodio y litio, en este caso, que podrían incorporarse al reciente Seagull a final de año. Inicialmente, este pequeño utilitario eléctrico dispone de la química LFP.

El BYD Seagull, un utilitario eléctrico de precio muy bajo, podría ser el candidato para emplear las nuevas baterías desarrolladas por la marca. El BYD Seagull, un utilitario eléctrico de precio muy bajo, podría ser el candidato para emplear las nuevas baterías desarrolladas por la marca.

El BYD Seagull, un utilitario eléctrico de precio muy bajo, podría ser el candidato para emplear las nuevas baterías desarrolladas por la marca.

Si bien BYD podría haber estado previamente interesada en contar con estas baterías de iones de sodio, la caída del precio del litio se habría convertido en un argumento para enfriar el desarrollo de cara a la producción en serie de nuevas químicas de baterías.

Las de iones de sodio como portadores de energía son baterías de bajo coste por la abundancia del sodio, ya utilizadas ampliamente con anterioridad, y que en su producción reducen el uso de materiales críticos que sí se emplean en las de iones de litio como el cobalto, níquel o cobre, este último reemplazado por el aluminio.

Estructuralmente son similares a las de litio -la gran diferencia estaría en la química del cátodo-, pueden funcionar bien a temperaturas frías, dado que su rango de uso es similar a las de litio; no son inflamables o medioambientalmente son más compatibles que otras baterías; sin embargo, su durabilidad venía siendo limitada: sus reacciones químicas se ralentizan con el uso, lo que ha llevado al estudio de nuevos electrolitos que permitiesen ampliar la cantidad de ciclos de carga. En cuanto a la densidad energética, la cantidad de energía que pueden contener, es aceptable -hasta 375 Wh/l-, aunque inferior a las de iones de litio.

 

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