XIV Noches en los Jardines del Real Alcázar. Componentes: Emilio Villalba, laúd, citola, nickelharpa, arpa gótica, panderos; Elena Escartín, flautas dulces; Juan Manuel Rubio, fídula, zanfoña, panderos. Programa: 'Finis Mundi, Finis Musicae' (estampidas y danzas medievales). Lugar: Jardines del Real Alcázar. Fecha: Miércoles 7 de agosto. Aforo: Lleno.

Juan Manuel Rubio, durante muchos años multiinstrumentista del conjunto Artefactum, ha emprendido un nuevo camino, y muy apocalíptico se ha puesto desde el principio con este Fin del mundo que sirve para identificar tanto a su nuevo grupo como a su primer programa, que presenta este verano en el Alcázar.

Acostumbrados a la presencia constante de Artefactum desde hace casi dos décadas, se agradece que nuevas voces se unan a la interpretación de la música medieval en Sevilla. Si hace unos años José Luis Pastor ya se separó de la matriz para formar Axabeba, en este caso el cambio es más radical, pues los dos jóvenes acompañantes de Rubio son presencias nuevas, que además dejan una impresión estupenda. Elena Escartín mostró virtuosismo, musicalidad y sensibilidad extraordinarias con las flautas y Emilio Villalba se movió con soltura entre un variado muestrario de cordófonos frotados y punteados.

El repertorio que ha quedado de música medieval puramente instrumental es escueto y por él se movió el grupo, añadiendo algún arreglo extra, como el de la antífona del Libro Vermell que abrió el concierto, pasando de las monodias del siglo XIII a las complejidades rítmicas del ars nova del XIV (Chominciamiento di Gioia, además del O virgo splendens del Vermell), que conectaron muy bien con una pieza de las recopiladas por el turco Demetrio Cantemir en el siglo XVII que cerró el recital. Las interpretaciones, cercanas en colorido y ornamentaciones a la visión más extendida del medievo, siempre de cierto aire orientalista, aunaron variedad y flexibilidad suficientes para esperar cosas muy interesantes de este proyecto.