Afectos cortesanos del Rey Sol

Una de las muchas virtudes que hacen de la Orquesta Barroca de Sevilla el mejor conjunto historicista de España es su flexibilidad y su ductilidad. El grupo atesora tanta experiencia y tanta maestría entre sus integrantes que es capaz de adaptarse a los diversos estilos nacionales de la Europa barroca y ofrecer un sonido netamente italiano cuando interpreta ese repertorio, a la vez que sonar genuinamente francés cuando una batuta experta se pone a su frente para un repertorio galo.

Así lo demostró sobradamente en el concierto de anoche y que hoy se repite y al que les conmino encarecidamente a que acudan. Porque es sin duda uno de los mejores conciertos de la OBS de los últimos años, lo cual ya es mucho decir a la vista del altísimo nivel de nuestra orquesta.

El programa ofrecía una selección de lo mejor de la ópera barroca francesa. Desde la obertura de Atys la OBS se revistió de un sonido netamente francés, denso, rico en tímbrica merced a las espléndidas flautas de Peñalver y Ruibérriz, los oboes de Díaz y Cuadrado y el fagot de Calvo y a una articulación a base de ataques incisivos, arcos cortos y una perfecta resolución de las apoyaturas y demás recursos ornamentales. Reyne pudo así desplegar unas versiones llenas de detalles en el fraseo, con abundantes regulaciones dinámicas y con resultados espectaculares como en la obra de Rebel y en la danza de Rameau.

Salembier redondeó la noche con una voz llena de naturalidad, fresca y brillante, capaz de conmover desde la elegancia en los lamentos, con la justa dosis ornamental y con infinidad de acentos.