“Este Falla es de lo más grande que se ha creado en cuanto a ópera en España”, recalcó Javier Menéndez, director general del Teatro de la Maestranza, en la presentación de La vida breve, drama lírico del compositor gaditano Manuel de Falla. La obra, que representa una historia de amor trágico, se estrena los próximos 18 y 19 de marzo en este teatro de la capital andaluza, y cuenta con Lucas Macías como director musical –Macías se estrena al frente de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla- y Giancarlo del Monaco como director de escena y de escenografía. Entre los intérpretes, es protagonista la soprano Ainhoa Arteta, quien manifestó su entusiasmo por participar en La vida breve, obra que aseguró que se trata de “un espectáculo inaudito”. “Desde el primer momento que hice esta obra me enamoré profundamente de ella”, declaró la cantante en la rueda de prensa.

Arteta reconoció que uno de los aspectos que más le atraen de La vida breve es que le permite desarrollar su faceta de actriz, además de la de cantante. Por otra parte, la intérprete señaló una serie de virtudes técnicas de esta ópera de Manuel de Falla y subrayó las influencias que en ella percibimos. Influencias de compositores como Claude Debussy, Maurice Ravel o Ígor Stravinski. “Yo creo que Manuel de Falla es de los más grandes compositores que tenemos en España. Esta obra tiene unos tintes increíbles de toda su época, del impresionismo francés, y ningún acorde es igual que otro. Todos tienen distinta rítmica”, explicó Arteta, quien por otra parte animó a que la capital andaluza sea ciudad de referencia para la ópera. “Hay más de 150 óperas basadas en Sevilla”, subrayó.

Javier Menéndez calificó la producción de La vida breve como “maravillosa” y relacionó el contenido de la ópera de Falla con otra obra recientemente acogida por el Teatro de la Maestranza, Jenůfa, del checo Leoš Janáček. “Venimos de un discurso que tiene mucha relación, que es de la obra Jenůfa. El propio Giancarlo del Monaco, en unas palabras, dice que tienen una vinculación muy evidente. Ver ese drama rural, desde lo checo, que se inspiró en el folclore de su tierra, en las formas de hablar, en los ruidos, me parecía que tenía mucho interés y que estaba estrechamente relacionado con la ópera de Manuel de Falla”, apuntó Javier Menéndez.

Y así es: Falla procuró en La vida breve plasmar con precisión el contexto en el que se sitúa la obra, la Granada de principios del siglo XX. Para ello, al igual que Janáček en Jenůfa, el compositor gaditano se fijó en cómo hablaban los granadinos. Del mismo modo, ambas óperas coinciden, en palabras de Menéndez, en el “poderío, la intensidad, el fatalismo y el impresionismo”.

En la rueda de prensa también intervinieron responsables de la función, como el director de orquesta Lucas Macías, quien señaló el “buen ambiente” de trabajo entre los compañeros. “Ha habido un ambiente de mucho respeto, de mucha profesionalidad. Eso es lo importante: ir juntos de la mano y disfrutar de lo maravilloso de nuestra profesión, y hacer nuestra pasión, por supuesto, que es hacer música”, declaró Macías, quien concluyó su discurso revelando las buenas sensaciones que tiene con este proyecto. “La experiencia que tengo con la música me dice que, cuando la obra es buena, cada día tengo más ganas de estar en el ensayo. Esto me está pasando con La vida breve. Llevo muchos meses paseando la partitura y cada día descubro cosas nuevas”.

Es La vida breve una ópera que “reúne todos los requisitos para cualquier público”, según Allex Aguilera, encargado de la puesta en escena. Aguilera aclaró en la rueda de prensa diferentes aspectos relacionados con la producción, la cual se viene desarrollando desde el año 2009, en Valencia, con la dirección de Giancarlo del Monaco. “Esta producción de ahora en Sevilla es una mezcla de lo que se hizo anteriormente. En el Teatro de la Zarzuela de Madrid hicimos una versión marcada por el covid y, aunque hemos vuelto a lo que fue originalmente, hemos guardado cosas que salieron muy bien en esta adaptación”, declaró Aguilera.

Manuel de Falla estrenó este drama lírico en el Casino Municipal de Niza, en la primavera de 1913, con libreto del dramaturgo, periodista y poeta Carlos Fernández Shaw. En otra primavera, pasado más de un siglo, vuelve al Teatro de la Maestranza, con la producción del Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia, y un elenco del que forman parte el tenor Alejandro Roy, la coreógrafa Nuria Castejón, las mezzosopranos María Luisa Corbacho y Helena Ressurreição, el cantante Rubén Amoretti, el barítono Gerardo Bullón, el tenor Alejandro del Cerro, el cantaor Sebastián Cruz y el guitarrista Manuel Herrera. Más la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y el Coro del Teatro de la Maestranza.

Toda una unión de excelentes profesionales que nos trae un Falla que continuará la próxima semana –los días 23 y 24 de marzo- en el Teatro de la Maestranza con el ballet Fuego, de Antonio Gades y Carlos Saura, espectáculo inspirado en el popular El amor brujo, del músico gaditano.