Análisis

José García-Tapial

Ex decano del del Colegio de Arquitectos de Andalucía Occidental

La Plaza de las Herrerías: una oportunidad histórica para Sevilla

El autor, responsable como arquitecto municipal de la rehabilitación de este espacio, repasa su historia, principales inmuebles y potencial

Contraluz de la Torre de la Plata recortada en el cielo de la tarde de ayer.

Contraluz de la Torre de la Plata recortada en el cielo de la tarde de ayer. / Antonio Pizarro

La incuestionable recuperación como espacio libre y público del antiguo emplazamiento del Corral de la Herrerías del Rey se encuentra hoy absurda e injustificadamente postergada por el mantenimiento de un uso, el de aparcamiento, tan contrario al rigor histórico como al respeto hacia nuestro patrimonio. Pero es que, además, en el entorno de este espacio confluyen una serie de edificaciones monumentales, la mayoría poco conocidas, que es preciso difundir, potenciar y poner en valor. Paso a enumerarlas.

La Torre de la Plata (1), elemento singular que domina y preside todo el espacio. De planta octogonal, interiormente alberga dos cámaras superpuestas cubiertas con bóvedas de nervadura. Sus arcos están completamente separados del muro, sin traba alguna con la fábrica exterior islámica. Esto supone la existencia de dos momentos constructivos diferenciados: cerramientos almohades y nervaduras góticas; presumiblemente, en época alfonsí, se remodeló interiormente dándole mayor altura y esbeltez. Aún hoy se percibe el primitivo almenado almohade embebido en la fábrica cristiana. Las angostas saeteras fueron sustituidas por ventanas pareadas. La cámara alta es uno de los espacios más bellos de la época y se conserva inalterado. En noviembre se celebra el 800 aniversario del nacimiento del Rey Sabio ¿Qué mejor homenaje que abrir al público la torre?

Plano esquemático sobre la situación de los edificios. Plano esquemático sobre la situación de los edificios.

Plano esquemático sobre la situación de los edificios. / M. G.

El edificio del XVII (2). La torre se encuentra ocupando parcialmente el interior de un edificio histórico de gran interés; fue edificado en 1612 por el arquitecto milanés Vermondo Resta, Maestro Mayor de los Alcázares y Atarazanas, para unos comerciantes flamencos y debió parecer novedosa en su momento pues de ella se dijo ser “casa de buena vista y vivienda a uso de las de su tierra”(¿Flandes?). En este edificio confluyen tres lienzos de murallas de distintas procedencias y características.

La cerca de la ciudad (3). El primero tramo de muralla discurre hacia el Norte, perpendicular a la calle Santander, y continuaba hacia la trasera de las Atarazanas. Incluso se ha podido identificar parte del primitivo Postigo del Carbón: el hueco en la muralla, el arranque del arco de entrada y la gran viga de madera que hacía de dintel, así como el “azulejo de cuartel” instalado en 1770 por Olavide: vano y circunstancias que se han conservado y son apreciables desde el interior del edificio del XVII.

Interior de la cámara alta de la Torre de la Plata. Interior de la cámara alta de la Torre de la Plata.

Interior de la cámara alta de la Torre de la Plata. / M. G.

La muralla del Alcázar (4). El segundo lienzo avanza hacia el Este, en paralelo a calle Santander, en dirección hacia el Alcázar, y constituye parte del cerramiento de su alcazaba interior. Tiene la particularidad de que alberga un pasadizo abovedado en su interior.

La muralla de la Casa de la Moneda (5). El tercer paño de muralla es el que discurre hacia el Sur, siguiendo el curso del río. Forma parte del sector más occidental de la muralla de la Casa de la Moneda y, como toda la de este recinto cuenta con doble almenado, exterior e interior, por su antiguo uso carcelario. Tiene una longitud de 53 metros hasta alcanzar el basamento de una torre, desaparecida, en el ángulo S.O. De aquí arrancan dos nuevos lienzos: el primero, hacia la orilla, es el inicio de la perdida coracha que terminaba en la Torre del Oro; el segundo hacia el Este, de 31,60 m. bordea la futura Plaza de las Herrerías hasta alcanzar el lateral del edificio de las Antiguas Hornazas Reales del que hablaré a continuación.

Fachada del Horno Real a la futura plaza Fachada del Horno Real a la futura plaza

Fachada del Horno Real a la futura plaza / M. G.

Las Hornazas Reales (6). Estas edificaciones eran a la manera de pequeños talleres artesanales donde los maestros fundidores y acuñadores cortaban, grababan y sellaban las piezas. Este es el caso del edificio municipal de calle Matienzo, del que dos de sus fachadas abren hacia la futura plaza. La muralla almohade conforma sus medianeras Sur y Oeste, el doble almenado es visible interior y exteriormente y, en sus extremos se localizan sendas torres: prácticamente completa la más oriental y, en basamento y uno de los laterales, la más occidental. Desde este edificio se puede acceder al paseo de ronda de la muralla y recorrerla desde las proximidades de la Puerta de Jerez hasta la Torre de la Plata.

Exterior del edificio del XVII de Vermondo Resta. Exterior del edificio del XVII de Vermondo Resta.

Exterior del edificio del XVII de Vermondo Resta. / M. G.

El antiguo Horno Real (7). La última edificación a la que me voy a referir es tal vez la más desconocida y la que, sin duda, más se va a poner en valor con la remodelación de la Plaza de las Herrerías. Remodelado dentro de la reforma general de la Casa de la Moneda de finales del XVIII, se sitúa sobre dos hornazas preexistentes, levantándose sobre pilastras una gran bóveda vaída con lucernario y linterna. Aunque actualmente se accede por la recoleta calle El Jobo, su alzado posterior, de más de 50 m. de longitud se constituirá, sin duda, en la fachada dominante del nuevo espacio urbano.Todas las edificaciones históricas y monumentales citadas son propiedad municipal, están rehabilitadas y en uso como oficinas administrativas de difícil acceso público.

Hora es ya de liberarlas del mismo y abrirlas a la ciudadanía. ¿Qué mejor emplazamiento para un Centro de Interpretación de la Muralla que el conjunto formado por la Torre de la Plata, el edificio anexo de Vermondo Resta y las Hornazas Reales, unidos todos ellos entre sí por la propia muralla transitable? El antiguo Horno Real, con un nuevo acceso desde la plaza, podría albergar la colección municipal, tanto pictórica como numismática o arqueológica, que ahora mismo se encuentra dispersa por múltiples dependencias. En cuanto al diseño de la plaza habrá que atender a las conclusiones de la excavación arqueológica de 2001, como por ejemplo, rebajar un par de metros la rasante en torno a la muralla o recuperar, restaurada, la pileta decorada de una fuente del XVII aparecida entonces. Difícilmente se podrá encontrar en Sevilla una confluencia como esta de historia y arquitecturas de tal importancia e interés. Aprovechemos la oportunidad.

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