
Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
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Llega pronto la posibilidad de un quite con el que hacerse perdonar los recientes devaneos. 2025 está deparándole demasiadas contrariedades al beticismo y esta noche en Gante aparece la oportunidad de un golpe en la mesa de una Conference que tampoco fue exitosa en su primera fase para la tropa de Pellegrini. Aquellos polvos trajeron los lodos de esta propina que es la eliminatoria con los belgas del Gent de acceso a octavos.
Y en el corazón de Flandes con la sombra del Capitán Alatriste revoloteando en la vertical del partido se juega el Betis poner una pica. Se libran más cosas de las que pensábamos cuando entonces. Pero los vientos viraron para mal y haber perdido con todos los colistas ha fruncido el ceño del bético. Aquel sainete de Valladolid se unió al tropiezo de Balaídos con una desconexión que duró todo el segundo tiempo para dejarse todo el botín en la capital de las Rías Bajas.
Redundaba ayer Ángel Haro con un pie en el avión que les llevó a Bélgica que las cuadernas del club siguen siendo fiables y en ella figuran entrenador y futbolistas. Mejor así, pero el ideario de buenas intenciones debería haberse dado por concluido. Estamos ya en la cruda hora de la verdad y Gante es lo que toca para que las cosas retornen a la buena senda. La Conference es un clavo al que, aun ardiendo, ha de agarrarse el Betis para que el futuro supere al presente.
Y con la Real Sociedad asomando a setentaidós horas vista, Pellegrini seguramente optará por rotaciones. Y entre las rotaciones, la incógnita que el adiós de Rui Silva abrió en la portería más la interrogante que tanto inquieta al cliente. El papel que desarrolle ese dúo que forman Isco y Lo Celso es asignatura pendiente que ha de resolver el jefe. ¿Será hoy en Gante? ¿Habrá que seguir esperando o se dará por imposible dicha misión? Quién sabe, hora de la verdad y punto.
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